Alberto Luengos Otaola dedicó su último libro a rescatar del olvido la figura de Andrés Espinosa Etxebarria (1903-1985), anónimo pionero del montañismo vasco. Publicado el año pasado, el prolífico escritor alavés -nueve volúmenes en otros tantos años- quiso contar las increíbles hazañas de un hombre humilde que “jamás se vanagloriaba” de sus logros, que fueron muchos. A partir de la década de los años 30, vivió fascinantes e inverosímiles aventuras alpinas sin apenas medios ni recursos: coronó el Mont Blanc con abarcas de goma, escaló el Naranco de Bulnes descalzo y sin cuerdas, se extravió más de 100 kilómetros en el desierto del Sinai, recorrió el Atlas, subió al Kibo, al Kilimanjaro... Hizo de todo y no se lo dijo contó a casi nadie. Era así.

Luengos pensó que era una buena idea recoger sus hitos “para que sirvan de ejemplo a los jóvenes y no tan jóvenes aficionados a la montaña”. La asociación Lagun Onak Mendi Bazkuna de Azpeitia es otra figura clave, histórica y fundamental para entender la devoción mendizale de este país. En 2021 cumplió su 75 aniversario en plenitud de facultades. Con la situación sanitaria más controlada, se pudo celebrar la efeméride en óptimas condiciones. Bajo el conocido dicho ‘izan zirelako gara, garelako izango dira’ (‘porque fuimos somos, porque somos seremos’,) a finales del pasado año se organizó una comida popular en la plaza Azoka del municipio guipuzcoano, ubicado bajo el abrigo del macizo de Izarraitz.

El 29 de septiembre de 1946 un grupo de amigos ascendió el monte Arauntza de Azpeitia, a 612 metros de altitud. Fue la primera salida oficial del club Lagun Onak Mendi Bazkuna. Las reuniones celebradas aquel año en los bares Usabiaga y Etxezuri habían dado sus frutos y se fijaron las bases para crear la asociación. Un año después se configuró el primer calendario con distintos planes montañeros. La iniciativa empezaba a cuajar y el proyecto se solidificó. Quedaban atrás los fantasmas del pasado: el Club de Deporte Unión Azpeitiana, creado el 13 de febrero de 1923, apenas duró en el tiempo y terminó por disolverse.

En un emotivo mensaje difundido a través de su página web, el club quiso reconocer a todos los miembros que habían pasado por sus filas y que, de alguna manera o de otra, habían ayudado a cumplir 75 años de vida. “Queremos agradecer a todos los que habéis formado parte de la historia de la asociación, desde aquellos que han tenido responsabilidades, hasta el último de los participantes”, subrayaron, no sin antes despedirse con un mensaje cargado de optimismo. “El recorrido de la asociación hasta ahora ha sido mérito de la colaboración entre todos, y queremos seguir juntos recorriendo el camino del Lagun Onak MB. ¡Hoy como ayer, seguimos muy ilusionados!

El club ofrece un amplio abanico de excursiones, recorridos para todas las edades y niveles, viajes, marchas, expediciones, semanas de montaña y rallys fotográficos, entre otras opciones. Entre los años 60 y 70 tomó impulso y su crecimiento fue muy importante. El 16 de abril de 1973 se inauguró el local que aún continúa abierto en la calle Iglesia de Azpeitia. En 1976, con una estructura profesionalizada y la ambición por las nubes, salió la primera expedición a los Andes. No ha sido la única vez que han partido hasta el techo latinoamericano.

En 2022, el Lagun Onak ha recuperado una intensa programación que quedó en un inevitable ‘stand by’ como consecuencia de la propagación del coronavirus y que obligó a paralizar todo tipo de competiciones deportivas. Pese a realizarse al aire libre y con una mínima posibilidad de infección, el montañismo terminó por claudicar y se vio sometido a la aplicación de las medidas más drásticas.

A los montañeros azpeitiarras, el estallido de la pandemia les dejó con muy mal sabor de boca. Coincidiendo con la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo de 2020, tuvieron que suspender un nuevo proyecto que contemplaba enlazar la villa del Urola con Iruñea en cinco salidas montañeras de entre 20 y 30 kilómetros cada una. Tras varios intentos fallidos, estos meses han retomado su ansiado plan.

La quinta y última etapa tendrá lugar el próximo 2 de julio con un itinerario que arrancará a las 7:30 horas en el ambulatorio de Azpeitia y que, si todo sale según lo previsto, culminará a las 14:15 en el restaurante Uslaer de la capital navarra. La inscripción cuesta 50 euros e incluye los desplazamientos en autobús, la comida y la opción de apuntarse a una actividad organizada por la asociación Gure Esku y que contempla una ascensión nocturna al monte Larrun. En la anterior etapa Azpeitia-Pamplona participaron 76 personas y los integrantes disfrutaron de un apacible tiempo durante la excursión. Toda la información sobre el calendario de salidas y la logística de transportes y alojamientos de Lagun Onak Mendi Bazkuna se puede encontrar en su página web, lagunonakmb.org, o en entrando en su cuenta de Facebook.

“De asociaciones como Lagun Onak salen también los futuros himalayistas”

“Con Naia nos apuntamos a las excursiones de la asociación para que esté con más niños”

“Todos los meses salimos al monte con Lagun Onak, el club de montaña de Azpeitia”