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Agradecimiento del Día de la cuajada

Estoy realmente feliz, y no sé por dónde empezar a agradecer a tanta gente. Por quién comienzo, por los millares de personas que se acercaron el pasado domingo día 5 hasta Eltzaburu al II Día de la cuajada; por los puestos de artesanía, que no solo se limitaron a poner su puesto, sino que también me ayudaron en lo que pudieron (Kristina, eres un sol), o por todos los que me ayudaron a que ese día se celebrara. Sin unos organizar algo no tiene sentido, sin los otros habría muerto en el intento. Comienzo agradeciendo a los visitantes la paciencia que tuvieron en alguna ocasión por esperar las colas, por aparcar lejos del centro del pueblo y tener que acceder andando, o por tantas otras cosas que no salieron del todo bien y espero que para la edición del año que viene se mejoren. Gracias por comprar los boletos que van a permitir organizar el III Día de la cuajada.

Gracias también a los hosteleros de la zona, especialmente a los patrocinadores, que no solo me han ayudado con el evento como patrocinadores, sino que también me han ayudado a nivel personal. Al igual que lo ha hecho mi familia, gracias a ellos también por aguantarme todo este tiempo y ayudarme en la medida de sus posibilidades.

Agradezco, por supuesto, a los vecinos de Eltzaburu. Cuando me fui a vivir al pueblo de al lado creía que era ya la desterrada del pueblo (por eso de que nunca se han llevado bien los pueblos contiguos), pero me he sentido de nuevo acogida en el que será siempre para mí mi pueblo.

Espero no dejarme a nadie en esta lista de agradecimientos. Si es así, perdonadme: gracias a Carlos Aguirre, Ana Alberro, Lourdes Aranguren, Mertxe Cía (desterrada como yo), Mikel y Pablo Erroz, Sebe Goya, Josune Gurbindo (aupa mami eguna!), Miguel Ángel Gurbindo, Mikel Herranz, Maika Iraizoz, Patxi Iribarren, Susana, Maite Larrayoz, Ainara Mutuberria, José Manuel Oiz, Miguel Oiz, Ana Olaetxea, Izaskun y Gorka Olaiz, y sin olvidar a Fran Berasain y Josetxo Anduaga (del pueblo de al lado, Auza).

Unas últimas palabras de agradecimiento a Miguel Iraizoz, mi hermano, que aun teniendo tanto trabajo como tenía y recibiendo las llamadas que recibía, ha estado unos días como loco por ayudarme para que pudiese tener todo listo y casi perfecto para el que, por ahora, ha sido el mejor Día de la cuajada.

Eskerrik asko denei eta aupa mami eguna!