Síguenos en redes sociales:

La alimentación en los hospitales

EN el mundo, una de cada cuatro personas está pasando hambre y, por tanto, muchas de ellas están desnutridas y fallecen por esta causa, vía directa o vía indirecta. Cuando una persona se desnutre, las proteínas de su sangre disminuyen y los medicamentos reducen su efectividad (las vacunas, los antibióticos, casi todos los fármacos), a la vez que los mecanismos de defensa contra la enfermedad se deterioran. Si no se renutre a la persona, la eficacia de los antibióticos contra las infecciones es muy pequeña (o nula). Ante epidemias de hambruna, como la que ahora hay en Somalia (y en otras olvidadas regiones del mundo), el tratamiento debe asociar vacunas, antibióticos y alimentos. Si falla la nutrición, falla todo lo demás.

Aunque, por desgracia, en el mundo civilizado está aumentando el porcentaje de subnutrición (paso previo a la desnutrición) entre los que apenas tienen recursos económicos (parados, enfermos mentales, etcétera), la desnutrición real solo se da entre las personas ingresadas en los hospitales y otros centros asistenciales. La enfermedad desnutre por sí misma, por sus consecuencias o por los tratamientos que los médicos nos vemos obligados a aplicar para tratarla.

De hecho, multitud de estudios demuestran el alto porcentaje de personas que, antes, durante o después del ingreso hospitalario están desnutridos: alrededor del 30% (uno de cada tres). Más si son ancianos, personas con cáncer o con otras enfermedades graves. Por ello, el Comité de Ministros del Consejo de Europa (18 países, incluido España) aprobó una Resolución en Noviembre de 2003 sobre Alimentación y Atención Nutricional en Hospitales", en cuyas 10 páginas se lee, literalmente:

- "Teniendo en cuenta el número inaceptable de pacientes hospitalizados desnutridos en Europa.

- Teniendo en cuenta que la desnutrición de los pacientes hospitalizados se asocia con estancias hospitalarias más largas, una rehabilitación prolongada, una menor calidad de vida y costes sanitarios innecesarios.

- Teniendo en cuenta los efectos beneficiosos que un servicio de alimentación y una atención nutricional hospitalarios adecuados tienen en la recuperación de los pacientes y de su calidad de vida.

- La formación de los directores/gerentes de los servicios de alimentación de los hospitales deberá ser diferente de la formación proporcionada a directores de hoteles, con objeto de prepararles para servir comida a enfermos.

- Todo el personal del hospital (tanto sanitario como no sanitario) deberá entender que el servicio de alimentación es una parte importante del tratamiento y la atención de los pacientes.

- El soporte nutricional forma parte del tratamiento médico y su propósito es mejorar o mantener el estado nutricional del paciente y adelantar o mejorar la recuperación.

- La alimentación ordinaria por vía oral deberá ser la primera opción para corregir o prevenir la desnutrición de los pacientes.

- El soporte nutricional artificial solo se deberá instaurar cuando la alimentación ordinaria no sea posible o sea inadecuada".

El pasado domingo se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación. Quizá para celebrarlo, el Gobierno de Navarra anuncia la privatización de las cocinas hospitalarias que quiere aprobar mañana. Dicho de otra manera: negociar con empresas con ánimo de lucro la alimentación de los enfermos. Para ganar dinero. En fin. Quizá no hayan leído esta resolución. O quizás sí.

Eugenio Oria

Médico especialista en Medicina Preventiva, médico adjunto sección de Dietética y Nutrición Clínica, Complejo Hospitalario de Navarra