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Desconocimiento del director del Servicio de Consumo

EL DIARIO DE NOTICIAS publicaba en su edición del jueves 26 de enero de 2012 unas declaraciones del director del Servicio de Consumo, César López Dios, con las que pretendía aclarar las diferencias entre el Servicio que él dirige y las asociaciones de consumidores.

Desgraciadamente, lejos de aclarar esas diferencias, generó más confusión y reveló un profundo desconocimiento en materia de consumo, que sorprende y preocupa en una persona destinada a dirigir y gestionar un servicio pagado con el dinero de todos los ciudadanos.

En primer lugar, evidenciaba desconocimiento al afirmar que una asociación puede informar y mediar, pero una vez que una reclamación tiene que ir por vía extrajudicial de conflictos, debe resolverla su servicio. Esto no es correcto. No existe obligación alguna de presentar reclamaciones ante su servicio (faltaría más), y además existen muchos otros organismos a los que los consumidores pueden dirigir sus reclamaciones, como el Servicio de Reclamaciones del Banco de España, la Dirección General de Seguros o la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, por poner ejemplos de las reclamaciones más usuales.

En segundo lugar, señalaba que son pocos los consumidores que acuden a los tribunales para solucionar sus reclamaciones, alegando que los costes son "inmensos", para reclamar cantidades de 40 ó 1.000 euros. Sin duda, este señor desconoce la existencia de los juicios verbales, que los ciudadanos pueden plantear sin gastar un solo céntimo en abogado y procurador, si la cuantía reclamada es inferior a 2.000 euros. ¿A qué costes inmensos se refiere entonces? Estos procedimientos cada vez son más aceptados y utilizados por los consumidores y usuarios.

Del mismo modo, y con una clara voluntad de competir con las asociaciones de consumidores, el señor López manifestaba que había un "montón de cosas" que podía hacer el Servicio de Consumo y una asociación no, pero curiosamente sólo mencionaba una, inspeccionar. Desde Irache le recordamos otra, sancionar a quienes vulneren los derechos de los consumidores; éstas son las dos misiones fundamentales que solo puede realizar su servicio. Pero en lugar de ello, se malgastan recursos y dinero público en competir con las asociaciones de consumidores, aunque sea a costa de duplicar los servicios existentes.

Le recordamos que las asociaciones de consumidores informamos, educamos, defendemos y reclamamos en nombre de los consumidores, y lo hacemos con una libertad e independencia de la que carece la Administración. No en vano, la propia Ley Foral de Defensa de los Consumidores y Usuarios establece que las asociaciones de consumidores son el cauce idóneo para la defensa de sus intereses. Su servicio, como Administración debe mantener una posición de neutralidad, y por tal motivo, tampoco defiende los derechos de los consumidores en vía administrativa o judicial, ni ejercita acciones colectivas.

En definitiva, con sus declaraciones constatamos una vez más la profunda animadversión que el director del Servicio de Consumo tiene frente a las asociaciones de consumidores y usuarios de Navarra, hasta el punto de intentar competir con ellas, aún a costa de duplicar oficinas y gastar dinero público en ello. Debería saber que duplicar servicios en tiempos de crisis es derrochar el dinero de los contribuyentes, y que como director del Servicio de Consumo, debe informarse antes de hablar.

Susana Arizcun Biurrun

Directora adjunta de la Asociación de Consumidores de Navarra Irache