¡Viva Tudela y Santa Ana!
Homenaje, albahaca y fores, un silencio en la mañana por la patrona de las fiestas, que es la imagen de Santa Ana. Esta melodía suena con elegancia por las calles de Tudela estos días festivos.
Tudela y su Ribera, voces excelentes. Queda vivo en el recuerdo aquellos certámenes de jota navarra en la sociedad Frontón. Noches de sábado en el mes de julio. Jotas navarras cantadas bajo la mirada de la luna llena.
Tudela y sus calles del Casco Antiguo. El colegio San Francisco Javier, la calle Herrerías, la carrera Gaztambide...
Recordad igualmente el día de las peñas, donde el jesuíta Valeriano Ordóñez presidía la misa tempranera en la capilla de Santa Ana de la catedral. El grupo Brisas tudelanas ofrecía la misa navarra y, después, todos a la plaza de Los Fueros. Allí se organizaba un gran festival de jota. Se celebraba el domingo anterior a las fiestas, era la mañana muy calurosa, pero reunía a cientos de personas. Maribel Muñoz y Piluca Sáez, junto con otros joteros del grupo Navarra canta, grabaron en su día un disco con este estribillo: Son las fiestas de Tudela lo mejor de toda España; con los toros en Santiago y las pochas de Santa Ana.
Tudela y sus poetas: Alberto Pelairea, Víctor Arribas, etcétera. Mujeres del magisterio como Elvira España. Estas fiestas serán preciosas. Dos formaciones y otros grupos de jota navarra alegrarán las calles y paseos. La escuela de jotas Raimundo Lanas y la escuela de jota de Camino Martínez. Sus privilegiadas gargantas serán un ramillete de rosas en las fiestas de Santa Ana.
Tudela para el ruiseñor navarro llamado Raimundo Lanas, fue igualmente su tierra querida. Con la rondalla y los hermanos Iturralde organizaban rondas de jota. Grabó en su único disco, en los años 30, aquella jota briosa que dice: Qué delantal más tirano que llevan las tudelanas, por la mañana temprano cuando van a La Mejana. Y lanzó un grito: ¡Viva Tudela!
Nuestro deseo desde Pamplona y su comarca es que sean unas felices fiestas y una oración sencilla y fiel a Santa Ana.
Las voces de la Ribera, como compuso Manuel Turrillas, cantan como un jilguero, que vienen de La Mejana, con esa cara bonita y con el sol de la mañana.
Elena Leache Echalecu