Ayer, día 21, pasado el mediodía, me dispuse a echar en Correos varios sobres con tarjetas de Navidad y dos sobres verdes (adquiridos en Correos) con dos calendarios.
La oficina de la calle Amaya, de obras. No hay buzón a la calle. Los han eliminado. Cogí el coche y fui al paseo de Sarasate. Aparqué donde pude y fui a los sucios leones-buzones (antes bruñidos y relucientes), pero les han tapado las fauces con cemento. Di la vuelta, subí las escaleras, justo era la hora de cerrar, pero se abrió la puerta y salieron dos señoras. Al ir a entrar con mis sobres, una inútil y nada amable guarda jurado me indicó, dándome con la puerta en las narices, que ya no eran horas. Le indiqué que no hay buzones en la fachada hábiles, pero fue inútil. Si esta desagradable y nada complaciente guarda hubiese tenido iniciativa, amabilidad o empatía, le habría bastado con cogerme los sobres y depositarlos dentro, pero... De nuevo con el coche me fui a la oficina de Sancho el Fuerte. Estaba cerrada y sin buzones en la fachada. Pero uno, que conoce Pamplona, sabe que hay un buzón amarillo en la avenida de Galicia, frente al bar Sol, fui pero no entraban los sobres tamaño DIN-A4 que compré en Correos junto a las tarjetas y sus sellos.
Éste es el servicio de Correos. No basta con vender sellos, tarjetas, sobres verdes... también hay que facilitar su entrega.