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El aborto voluntario no es un tema psiquiátrico

EL aborto voluntario no tiene indicación médica. Tiene indicación médica la evacuación del útero en caso de aborto retenido, aborto espontáneo incompleto, huevo huero, desprendimiento prematuro de la placenta, síndrome de Patau? Es decir el aborto natural y no voluntario. Pero para este no se precisa el Código Penal, sino el conocimiento médico ginecológico.

El aborto voluntario depende de la voluntad de la mujer. Ella toma la decisión y la responsabilidad. El médico es el profesional que realiza la intervención para garantizar la atención segura y de calidad. Solamente es responsable, y por tanto demandable, si la intervención la realiza con negligencia y produce un daño a la mujer. Es decir por mala práctica medica. El aborto voluntario no depende de la voluntad del médico sino de la paciente. El médico no indica el aborto, solo lo practica a demanda de la mujer.

El embarazo no es una enfermedad en ningún caso. El cáncer de mama sí es una enfermedad y grave, pero aún en ese caso el médico propone un tratamiento y la paciente, en uso del principio ético de autonomía de la paciente, decide aceptar o no el tratamiento propuesto y firma un consentimiento informado.

El aborto no es un tratamiento médico para ninguna enfermedad. El psiquiatra podría constatar que la mujer quiere abortar con firmeza e incluso con desesperación, pero no puede decir que el aborto mejora su salud o que el embarazo "produzca un menoscabo importante de su salud con permanencia en el tiempo". Si está deprimida, le recetarán Prozac, pero no un aborto. Las pacientes con trastornos psíquicos tienen hijos, si lo desean, convenientemente medicadas por su psiquiatra y vigiladas por su ginecólogo.

Es cierto que el aborto representa la colusión de dos derechos: el derecho a la autonomía de la mujer y el derecho a la vida del embrión, y cuando se elige uno se desprecia el otro. La ley de plazos da prioridad a los derechos de la mujer hasta la tercera falta y después a los del feto. Una solución salomónica y práctica. Así son las leyes europeas.

El aborto no es una práctica psiquiátrica sino ginecológica. La paciente es autónoma y adulta, toma su decisión, valora los riesgos en consulta con el ginecólogo y firma el consentimiento informado. Todo ello dentro de una ley que garantiza la libertad de su decisión hasta unas determinadas semanas de gestación y las limita después de ese tiempo.

José Gurrea

Director médico de Clínica Ansoáin