Gran indignación ha causado entre el colectivo de cazadores los comentarios e improperios y la falta de rigor vertidos en la carta del delegado en la CAV y en Navarra de SEO/Bird Life titulada Cazar en espacios protegidos: montes de Valdorba.
Más le valdría al señor Elósegui y a la SEO que se olvidaran un poco de su animadversión hacia la caza y se dedicaran más a defender el hábitat de estos montes y su degradación por aspectos independientes de lo cinegético, que es realmente el problema más acuciante de las rapaces que abundan en la Valdorba gracias en parte al abundante alimento que obtienen de las especies que allí se repueblan.
Vemos con tristeza y preocupación que una sociedad otrora con tanto prestigio como fue la Sociedad Española de Ornitología cuando fue fundada en 1952 por Francisco Bernis y un grupo de grandes ornitólogos de este país, y a la que pertenecen también cazadores defensores de la naturaleza, se está convirtiendo en otra asociación ecologista más obsesionada con acabar con la caza en el mayor número posible de espacios.
El LIC de la Valdorba se propuso el 15 de mayo de 2000, siendo una de sus premisas el mantener los usos y costumbres previos, que fueron los que propiciaron la riqueza en especies de fauna o de flora que hicieron que fuesen elegidos sobre otros espacios. Significar que la Valdorba ya había una serie de usos previos como el ganadero, forestal y cinegético, con un coto de aprovechamiento intensivo desde 1986.
En dicho Plan de Uso y Gestión para dictar los usos y acciones convenientes para el mantenimiento del espacio y sus valores protegidos, sus riesgos y vulnerabilidades, se marcaron obligaciones como es el control sanitario de las especies de caza sembrada y la regulación de las actividades cinegéticas en los respetivos POC. Respecto a las masas arbóreas, en el POC del año 2006, para adaptarlo a las zonas de menor interés faunístico, precisamente se aprobó una reducción de la superficie del coto intensivo a casi la mitad, reduciéndolo únicamente a la zona agrícola, evitándose con ello afecciones donde nidifican las rapaces.
En el año 2006 se declaró la Zona de Especial Conservación, y se ratificó el Plan de Uso y Gestión aprobado en 2004. En todas estas leyes, incluida la de caza de 2005 y sus reglamentos, no hay nada que desaconseje el coto Valdorba ni la gestión que le ha encomendado el Gobierno de Navarra, la cual se cumple según sus estrictas indicaciones.
Respecto al desplome de poblaciones en la zona de la Valdorba, el acusar a la caza como factor único para este declive nos parece arriesgadamente temerario e interesado, ya que es algo que está ocurriendo en todos los territorios, obviando las afecciones que a las rapaces ocasiona la agricultura moderna y la concentraciones parcelarias, los regadíos, o los parque eólicos que tanto abundan en esta zona con sus correspondientes infraestructuras de evacuación (líneas eléctricas), todo reconocido como vulnerabilidades en la propia ficha de la Zona de Especial Conservación. Pero, ya se sabe, nadie muerde la mano que le da de comer.
Casualmente, se publica esta carta días después de que se haya hecho público que por parte de colectivos de cazadores se están investigando las millonarias subvenciones que desde el Estado español se están concediendo a las asociaciones ecologistas, entre ellas a la SEO Bird Life. Solamente en Andalucía recibió en el año 2013 más de 3 millones de euros.
El autor es presidente de Adecana