Qué bonita manera de arrancar las fiestas de San Fermín. Qué gusto ver a Leire e Ibai en el balcón del ayuntamiento para lanzar al aire un Chupinazo musical, festivo, vitalista e integrador. Un Chupinazo que ayer nos recordó que la diversidad es un valor y que todos y todas somos iguales, que tenemos que trabajar para que la sociedad y sobre todo la fiesta se abra a los colectivos más vulnerables. Motxila 21, un grupo musical formado por 12 chavales con síndrome de Down y 9 voluntarios, es un ejemplo de superación, una buena demostración de cómo el desarrollo de las personas pasa por la motivación, y la música puede ser un motor que la active. Ayer se enfrentaron a una plaza abarrotada igual que antes se subieron a un escenario. Emotivo y muy bonito. Una mochila, la de estos jóvenes, que debe ser un ejemplo para todos nosotros. Porque la vida, como un viaje, está llena de mochilas, algunas difíciles de llevar, como la de la familia de Nagore, que hoy revivirá aún con más dolor los diez años que se cumplen de la brutal muerte de la joven en plenos Sanfermines. No puedo imaginar cuánto dolor cabe en esa mochila y cuántas veces la habrán tenido que llenar de energía, valor, amor, superación... para seguir viviendo con lo que ocurrió. Ojalá puedan meter en ella toda la alegría y fiesta que ayer inundó Pamplona.