l siglo XXI nos está dando duro. Tan duro que podemos utilizar la expresión popular "cualquier tiempo pasado fue mejor".

Entre 2007 y 2008 se desmorona un modelo de sociedad, sobre todo en España. Los ricos, mucho más ricos. Menos clase media y más pobres. Tan cierto lo aseverado que los despreciados mileuristas sueñan con seguir en esa barrera económica de los 1.000 € mes.

Esos años han marcado a fuego la sociedad. La evolución de la banca y la relación con los clientes, poniendo condiciones durísimas a los que menos tienen y se encuentran en la necesidad de mantener una cuenta en bancos, donde domiciliar pagos vitales.

Llegamos al año 2020 -sin salir del cambio social y económico- y nos encontramos con la pandemia mundial del covid-19.

Si el bueno de Julio Verne hubiese vivido esta época sin duda hubiera sacado chispas a la situación, en forma de publicaciones.

Tras la situación inicial, llegan los rebrotes. Mensajes de que gobiernos acaparan los medicamentos con que luchas contra el virus. Guerra sucia en aras del "yo primero".

Ya se vivió en la compra, a pie de pista -de aeropuertos asiáticos- de equipos con los que proteger a población y sanitarios.

Y todo aderezado con comportamientos personales y grupales dignos de estudio sociológico, que ponen en peligro a todos los integrantes de la sociedad.

Con todo lo expuesto concluyo: pobre Gobierno, la que le ha caído. Me hubiera gustado ver a los que dan lanzadas a covid ajeno, como hubieran abordado semejante drama si ellos gobernasen. Es necesario dejar de pensar en el yo y pensar en el nosotros. Pensar y actuar como colectivo, desde la solidaridad y responsabilidad.

Debemos ser muy conscientes de la situación actual en la que asoma con virulencia una nueva oleada de infectados por el virus.