Empatía en tiempos de covid
eí con indignación y dolor el escrito de unos profesionales del SUE poniendo o queriendo poner en evidencia el trabajo de los centros de salud, sobre todo urbanos, a lo largo de la pandemia del covid y en la actualidad.
Las manifestaciones y juicios de valor allí vertidas, además de falsas y muy injustas al homogeneizar realidades muy diversas, hacen un enorme daño no solo a la confianza de la población en la Atención Primaria, sino a toda la organización del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, pues si unos sanitarios emiten ese tipo de acusaciones, ¿qué grado de respuesta en equipo se puede esperar de toda una organización en un momento tan grave?
Se sabe muy bien que la confianza tarda mucho en conseguirse pero se pierde muy rápido; me temo que el daño ya está hecho, incluso para ellos mismos, pues son muchas las críticas que podríamos también hacer nosotros a su labor, pero no hacemos ni haremos para no ahondar en la herida.
Además, son una injuria y una descalificación que no ha sido inocente, sino intencionada y con ánimo de dañar a un colectivo profesional. Sospecho que tampoco están solos y que son o han sido respaldados por algunos otros profesionales y que , sin darse cuenta o perfectamente conscientes, vierten estas críticas con no sé qué intereses.
Pero no nos han sorprendido mucho a quienes trabajamos en Atención Primaria, pues estamos acostumbrados a que se nos sitúe en este papel subalterno en el sistema, muy calado en la cultura profesional, a la que se le atribuyen muchas responsabilidades pero al que se da muy poco apoyo. Ojalá nos equivoquemos y todo ello se deba al simple desconocimiento de la realidad diaria del trabajo llevado a cabo en Atención Primaria, que a menudo se hace muy palpable desde otros sectores del sistema, al que se le atribuyen muchas responsabilidades pero al que se da muy poco apoyo.
Seguramente haya muchos puntos de mejora en nuestra labor, pero siempre se pueden ir resolviendo, como en todos los ámbitos de la Sanidad.
El daño está hecho pero, mirando al futuro, se me ocurren varios mensajes:
Al sistema sanitario: la Atención Primaria no está para apoyar al resto de la organización, como primer nivel y base del mismo debería ser al contrario, apoyada por el resto del sistema, cada uno en sus funciones y en el ánimo de una más eficaz, ágil y correcta atención ligada a las necesidades de la población. Por eso este escrito, creo, ha dañado a toda ella y no hemos visto que lo hayan percibido nuestras autoridades.
A la población. El actual modelo de trabajo no sólo se lleva a cabo en Navarra, se realiza en toda España, Europa, y diríamos en prácticamente todo el mundo, y busca evitar lo que al principio de la pandemia ocurrió, los centros de salud y los profesionales eran focos de contagio y los profesionales éramos contagiados. Sin profesionales operativos y con la población más vulnerable afectada, cualquiera puede imaginarse cómo puede evolucionar la situación. Es por ello que al mismo tiempo que pedimos paciencia, estoy seguro de que mis compañeros manifiestan su total compromiso con ella, estén seguros que vamos a poner todos nuestros esfuerzos, como ya hemos hecho, en atenderles pronta y eficazmente, y tengan la seguridad y tranquilidad que Navarra tiene un buen sistema sanitario que les atenderá en este difícil momento, sobre todo a los más vulnerables.
A los medios de comunicación: El reproche de no tener conciencia del daño que cierto sensacionalismo interesado hace o puede hacer en la sociedad; la libertad de expresión, que defendemos, no puede ser sin responsabilidad ni veracidad. No queremos épica, sólo que conozcan cómo trabajamos antes de emitir o permitir la emisión de ciertos juicios dañinos.
A todos: Por favor, no deseamos aplausos, sólo rigor, paciencia, comprensión, apoyo y responsabilidad, mucha responsabilidad. Creemos que así saldremos de ésta.
El autor es médico de familia del centro de salud de Berriozar
Tengan la seguridad y tranquilidad que Navarra tiene un buen sistema sanitario que les atenderá en este difícil momento