l Rubius se va a Andorra y, en vez de hablarnos de Andorra, nos lanzan el hueso del Rubius para que desfoguemos en él nuestro cabreo con los millonarios egoístas e insolidarios.

Vale, caña al Rubius (y no mucha, que hay fieles que le sacan la cara). Pero, ¿de la isla de la Tortuga en la que se va a refugiar no hay nada que decir? ¿Tenemos ya tan asumidos los estados-garrapata que ni discutimos su modusvivendi, que consiste en chuparnos la sangre? ¿De verdad nunca nos vamos a quitar de encima a todos esos gorrones -sin irnos muy lejos: Gibraltar, Andorra, Mónaco, San Marino, Isla de Man, Lietchenstein, Suiza...-, santuarios de elusores y evasores de impuestos?

Luego te vas a la letra pequeña y descubres que a unos -los más infames- se les tilda de paraísos fiscales, pero que a otros -básicamente, los que colaboran en la persecución de fraudes económicos- se les rebaja esa calificación y hasta se les trata bien. Y es el caso de Andorra. Un auténtico despropósito, porque unos y otros son parásitos fiscales y no tienen la menor intención de dejar de serlo.

Dicen los expertos que desmantelar esa red mundial de paraísos fiscales es muy complicado, y más de uno nos preguntamos si la principal dificultad no será que el gran capital está radicalmente en contra.

Eso sí, parece que a largo plazo les va a hacer daño la propuesta cada vez más generalizada y aceptada de que los impuestos se paguen donde se consiguen los beneficios. Que, por ejemplo, haría irrelevante la mudanza del Rubius a Andorra porque, que sepamos, su público es español.

En los años 70, para no pagar impuestos, los Rolling salieron corriendo de su país, se instalaron en el sur de Francia y le llamaron Exilio... al disco que grabaron allí. Que fue un buen chiste (y mejor doble LP). Pero en el Reino Unido no se pagaba el 47% que pagan los youtubers españoles, sino hasta el 83%, que eso sí es que una exageración (los Beatles también lo padecieron, y George Harrison cantaba: "Soy el recaudador de impuestos y solo trabajas para mí").

En suma, una perogrullada: el Rubius (que es tan pobre que el dinero no le da para vivir en su país) no se iría a Andorra si no tuviera Andorra a la que huir, y los demás tendríamos que pagar un poco menos.

¿Tenemos ya tan asumidos los estados-garrapata que ni discutimos su modus vivendi, que consiste en chuparnos la sangre?