hora que el tiempo se ha convertido en un juego de esperas, invierto muchas horas en el Google Maps buscando lugares lejanos. El otro día metí: "K2 desde casa". Me salió por defecto la ubicación "K2 Glacier". Ahí quería ir. Pulsé la opción "andando" pero el Maps me contestó: "no se han podido encontrar resultados, prueba a buscar otra cosa". Le hice caso y puse: 4.395.901,96 €, una cantidad que acababa de oír en la radio asociada a un prófugo en un lugar extraño que no retuve. Buscó la cantidad y me contestó: "uso obligado de la mascarilla". Supuse entonces que seguir el rastro de aquella cantidad requería el olfato de un pocero. Me puse la mascarilla pues del ordenador comenzó a salir un olor fecal. No obstante, seguí preguntando al Maps. Me dio varias opciones: Emiratos Árabes, Suiza, Abu Dabi, Omán, Arabia Saudí y Bahréin. Me parecieron lugares donde nada más llegar buscas la salida de emergencia. Busqué uno por uno en la Wikipedia. En todos, en el apartado de "economía", había alguna mención a paraísos fiscales por lo que deduje que esa cantidad podría haber circulado de un lugar a otro a través de cloacas, suelos de mármol, griferías de oro o incluso habitaciones de tortura y mesas de autopsia. Quise quedarme en Abu Dabi. Pulsé intro y, en vez de salir el rascacielos Bin Rashid, apareció el rostro inflamado del emérito español. Tenía la radio puesta. En ese momento decían que el mendas había presentado una regularización fiscal de 4,4 millones de euros correspondientes a deudas tributarias de 8 millones de euros. Insistí en el Maps para saber cómo llegar a esa cantidad de la manera más rápida posible. El buscador dijo: "póngase en contacto con el Rey de Arabia, el Aga Khan IV, Los Albertos o el Sultán de Omán". Llamé al sultán y me dijo: -Sí, hemos puesto toda esa pasta, pero no sabemos quién ha puesto los 96 céntimos finales.