na vez hice cuentas de lo que cuesta tener un coche y descubrí que es más caro que criar a un hijo (y, si son frugales, dos). Con dos partidas fundamentales -la compra y la gasolina que consumirá- y un montón de sobrecostes -el seguro, cambios de neumáticos, de aceite, ITV, peajes, parkings, averías que van in crescendo con los años, etcétera-. En suma, un pastón.

Y lo más curioso (o doloroso) es cuando te metes a analizar los diversos gastos y descubres que la mayor parte de la broma se va en impuestos. Cuando compras el coche, un 21% de IVA y el de matriculación. Y después el del diesel (52%) o gasolina (56%) que le echas. Y el de circulación, y el que va incorporado en la ITV. Etcétera.

Según un cálculo de motor.es, los impuestos directos e indirectos aplicados en 2019 sobre los 33,72 millones de vehículos matriculados en España sumaron 56.000 millones de euros, lo cual da una media anual de 1.660 euros por vehículo (a mí me sale bastante más; alguien se escaquea).

Y en éstas estamos cuando el gobierno lanza la brillante idea de que todas las autovías sean de peaje, con el argumento principal de que "quien usa, paga". Que no solo es muy lamentable en boca de ministros socialistas, porque todo impuesto directo castiga a los menos favorecidos -es la misma barbaridad que se empleó para intentar imponer el copago farmacéutico a los jubilados, y tiene especial sorna en un país en el que los ateos no estamos exentos de los 11.000 millones anuales que se le dan a la Iglesia Católica-, sino que olvida a propósito esos 56.000 millones que ya pagamos por usar el coche.

Dicen los economistas que han ido a hacer un daño vistoso, que en vez de poner peaje a las autovías bastaría con subir un poco más los impuestos a la gasolina, pero que así -al llevar en el pecado la penitencia- se desalienta el uso del vehículo.

El argumento de fondo, claro está, es la contaminación, y luchar contra ella es muy loable. Porque, como todos sabemos bien, cuando se haga la reconversión completa a coches eléctricos desaparecerán casi todos estos impuestos a la automoción. En el país del impuesto al sol. Seguro que sí.

Y en éstas estamos cuando el gobierno lanza la brillante idea de que todas las autovías sean de peaje, con el argumento principal de que "quien usa, paga"