s acordáis de ellos? Eran unos personajes disfrazados de cacos, con gorra, antifaz y saco al hombro. Eran, creo, los archienemigos del pato Donald y sus sobrinos en los cómics de mi niñez.

No se me ha podido ocurrir otra referencia gráfica que refleje mejor la actitud del equipo de gobierno de Navarra Suma y sus inefables palmeros del PSN por el acuerdo que han adoptado, atropelladamente y en contra de la voluntad de los vecinos y vecinas de la Txantrea, de implantación del aparcamiento regulado en un barrio que a todas luces no necesita tal medida.

Atropelladamente, y a sus espaldas. Me explico: cualquier atisbo de proceso de participación ha brillado totalmente por su ausencia. Ninguna encuesta de necesidad, ningún proceso de exposición pública del proyecto para recabar consideraciones de la población afectada... nada de nada. Por parte del equipo de gobierno municipal del Sr. Maya y del concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Sr. Labairu se ha aplicado, otra vez, las mismas viejas fórmulas de imposición y atropello que tanto gustan a Navarra Suma. Aquí se viene y se impone, como en el Barcinato.

Queremos recordar cómo a finales del año pasado y principios de este 2021, la Txantrea vivió una oleada de robos en casa y comercios, en parte debido a la inacción de las instituciones, después de organizarnos y hacerles frente de manera vecinal ahora nos enfrentamos a esta nueva oleada de robos esta vez por parte de las propias instituciones. Atraco con mero afán recaudatorio.

Y la Sra. Esporrín, tal y como viene siendo habitual en esta legislatura, con mantilla y peineta aplaudiendo desde el tendido las tropelías del Sr. Maya y su equipo de Gobierno, ya sean hípicas desfasadas, presupuestos antisociales o zonas azules innecesarias. Innecesarias por lo menos en el barrio de la Txantrea.

En la única comparecencia que el Sr. Labairu y los técnicos que le acompañan, dieron hace algo menos de un mes en el Centro comunitario de Salesianas de la Txantrea, se encontraron con un salón repleto de gente, conscientes de que otras muchas personas no pudieron entrar al salón de actos del antiguo colegio y se quedaron fuera.

En esa comparecencia, el Sr. Labairu pretendía exponer la decisión irrevocable del equipo de gobierno municipal de extender el aparcamiento regulado en los barrios de San Jorge, Rochapea norte y Txantrea. En algo así como un "¡Café para todos!" cañí, planteaba la medida de manera homogénea, como si la situación de las necesidades de aparcamiento en todos los barrios afectados fueran las mismas, como si la realidad sociológica, demográfica y comercial de los tres barrios fuera idéntica, pero no lo es. Y los vecinos y vecinas de la Txantrea lo saben perfectamente.

Aquella comparecencia aspiraba a ser un puro trámite pacífico y rutinario para el concejal y los técnicos que acudieron a la Txantrea, pero sin embargo se encontraron con que el vecindario comenzó a realizar preguntas incómodas y a poner de manifiesto que no existe necesidad de implantación de OTA en la Txantrea, ni existe tampoco una demanda vecinal consistente. Se mencionó por las personas asistentes las consecuencias manifiestamente negativas que la medida tendría sobre el comercio del barrio, ya de por sí muy castigado por las últimas crisis económicas y por la pandemia de covid-19. Se hizo constar que la urbanización de la zona sur de la Txantrea generaría alrededor de 500 nuevas plazas de aparcamiento en superficie, en una zona en la que las viviendas contarán con parking subterráneo, con lo que la capacidad real de estacionamiento en el barrio se vería sustancialmente incrementada a partir de este mismo otoño. También se hizo constar que en horario diurno la gran mayoría de calles de la Txantrea disponen de plazas de sobra, hay estacionamientos vacíos, algo que no ocurre en los otros barrios afectados.

Tras una sesión de críticas y argumentos con los que no contaban, el Sr. Labairu y sus técnicos se vieron en la obligación de reconocer a la concurrencia que, efectivamente, las necesidades actuales de aparcamiento en la Txantrea no justificaban la implantación del estacionamiento regulado, y que sus datos estaban sustentados sobre previsiones "a futuro" por la existencia de un posible "efecto frontera" derivado de la implantación de la medida en la rochapea... Increíble.

Las últimas actuaciones de urbanización que el Ayuntamiento ha llevado a cabo en la Txantrea, como la peatonalización de la calle María Auxiliadora, o la remodelación de las calles Mendigorría, Santesteban, Lesaka o Monreal, que ya habían sido acordadas por el anterior equipo de gobierno, han eliminado cientos de plazas de aparcamiento en superficie en el barrio, justo antes de hacer pública la medida. ¿Casualidad? Nadie lo cree. Pensaban aplanar el terreno en un barrio en el que esperaban ser recibidos entre aplausos y vítores... Pero nuevamente siguen sin engañar a nadie. Aún con la desaparición de esas plazas tras las obras de remodelación, la Txantrea sigue sin tener problemas significativos de aparcamiento.

Muestra de ello es que, en apenas tres semanas se ha conformado una plataforma vecinal que se ha organizado velozmente, y de manera efectiva a conseguido recabar el sentir del barrio. En un tiempo récord de apenas una semana han conseguido recoger ni más ni menos que 4.000 firmas en contra de la imposición de la zona azul en la Txantrea. Eso en solo una semana. Y claro, al equipo de gobierno y sus palmeros solo les ha quedado correr.

De la manera más atropellada, desesperada y dictatorial han procedido a aplicar una suerte de política de hechos consumados al aprobar en Junta de Gobierno la extensión del estacionamiento regulado sin escuchar al vecindario al que supuestamente se pretende "favorecer".

Parece que no conocen la realidad de la Txantrea ¿o quizás precisamente por eso corren tanto? ¿Temen la respuesta vecinal? ¿Les asustan los datos masivos de oposición a la medida en la Txantrea? Y si es así, ¿por qué en vez de correr como pollos sin cabeza no plantean una moratoria de la medida, a la espera de tener datos reales de las necesidades del barrio? ¿Por qué ese afán recaudatorio?

Como cacos atrapados in fraganti con las manos en caja fuerte ajena, como golfos apandadores intentando esquilmar la hucha de los sobrinos del Pato Donald, Navarra Suma y PSN, cantaor desafinado y palmeros arrítmicos a la sazón, han vuelto a verse sorprendidos por la reacción de la gente a la que se le ha privado de su derecho a un proceso de participación transparente y real en la construcción de su ciudad. Temen la reacción de un barrio en el que la gente está acostumbrada a tomar parte en las decisiones que directamente le afectan.

Otro dato significativo es la falta de información existente al respecto del posible destino del dinero recaudado con esta imposición. ¿Va a revertir en el barrio?, van a mejorar las aceras de nuestras calles?, ¿el alumbrado público?, ¿Van a habilitar carriles bicis en condiciones? ¿Esta es forma de planificar la economía municipal?

La imposición nunca es la manera de proceder de un gobernante que se pretenda realmente democrático. Pero menos aún, si lo que se pretende imponer es una medida tan impopular como innecesaria y arbitraria.

Está claro que no conocen la Txantrea, pero la Txantrea sí que los conoce a ellos/as. Si creen que han dicho la última palabra, deberían darse un paseo una mañana por el barrio y preguntar a la gente. Se sorprenderían.

*La autora es integrante de la plataforma Txantrea Auzoekimena