omo era de esperar, la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre del año, publicada este jueves, confirma las buenas señales que vienen ofreciendo los servicios de empleo públicos mensualmente, aunque sin revertir el deterioro de la calidad del empleo, que se ha convertido en un lastre estructural. No obstante, los 6.000 puestos de trabajo creados en Navarra entre abril y junio ratifican que continuamos en la senda de la recuperación. Hoy 283.700 personas cuentan con una nómina en la Comunidad Foral. Son 12.200 más que hace un año, cuando todavía se acusaba de manera agudizada el impacto de la pandemia, cuyas consecuencias todavía no se han superado en su totalidad. De hecho, pese a que en el último trimestre 3.300 personas lograron salir de las listas del paro, hay 2.500 desempleados más que hace un año y el registro de demandantes de trabajo asciende a 32.600. Una cifra absolutamente inaceptable, pese a que Navarra sea la segunda comunidad con la tasa de paro más baja del Estado (el 10,3%), solo mejorada por la CAV (el 10%) y cinco puntos por debajo de la media. El comportamiento del mercado laboral ofrece otros datos positivos. Por un lado, se contabiliza un descenso del paro juvenil del 7,3% con respecto al mismo periodo de 2020. Además, hay 4.800 mujeres más ocupadas, y la mayoría de ellas (3.500) han encontrado acomodo laboral en la industria. De hecho, la tasa de paro femenina es más baja que la masculina, aunque no puede perderse de vista que, entre las mujeres, es habitual que una parte de ellas no busque empleo o retrase su ingreso al mercado laboral por ocuparse de cuidados familiares. En el otro lado de la balanza pesa bastante más de lo deseado que colectivos como el de jóvenes menores de 25 años o el de trabajadores extranjeros padezcan tasas de paro del 26,03% y del 21,15%, muy superiores a la media de Navarra. También es preocupante el aumento del paro de larga y muy larga duración, que afecta al 46,4% del total de las personas en desempleo. Todo ello sin perder de vista que Navarra cuenta con 4.000 personas ocupadas menos que antes de la pandemia, y que este trimestre, pese a ser positivo, se ha quedado bastante lejos de los 10.000 puestos de trabajo creados en 2019, cuando el covid no había entrado en nuestras vidas.