L curso político que acaba de concluir ha sido, como el anterior, extraño e insólito, marcado en todos los sentidos por la pandemia de covid-19 y su gestión, que ha atravesado a los diferentes ámbitos de actuación institucional condicionando la acción política y la toma de decisiones. Los extraordinarios esfuerzos que ha supuesto la urgente necesidad de hacer frente a los efectos del virus en sus múltiples facetas -sanitaria, social, educativa, económica...- han eclipsado o difuminado otros espacios de actuación y gestión, también necesarios en el día a día y de cara al futuro. Tras más de 16 meses de lucha contra el coronavirus, la intensidad de la quinta ola, cuando parecía que se acariciaba la cercanía de la normalidad, ha causado en el conjunto de la sociedad lo que ha venido en llamarse fatiga pandémica, que tiene su reflejo directo en una preocupante fatiga política. La falta de respuestas en muchos momentos por parte del Gobierno de Pedro Sánchez a las peticiones de una gestión compartida de la pandemia, de toma de decisiones desde la necesaria cogobernanza, cuando se cuenta con competencias directas en los ámbitos de afectación, y de dotación de todas las herramientas disponibles y de garantías jurídicas para tomar las medidas adecuadas y proporcionales en cada fase, ha sido una de las constantes de este curso. Un año en el que se ha hablado mucho de cogobernanza, pero se ha cogobernado poco en la práctica. El logro de algunas transferencias en Navarra, desde ayer cuenta con la de sanidad penitenciaria, no oculta el retraso de compromisos adquiridos y calendarios para otros traspasos aún pendientes también en la CAV, como el Ingreso Mínimo Vital y Tráfico en el caso de Navarra, que se espera llegue antes de final de año. Y Catalunya pondrá hoy sobre la mesa de diálogo bilateral la transferencia de 56 materias, entre otras cuestiones. El último anuncio de Sánchez -que ayer ensalzó la gestión de su gobierno pese a la oposición "más furibunda e irresponsable de Europa", aunque nada dijo del extraordinario esfuerzo de las comunidades autónomas frente a la pandemia- de mayor cogobernanza y cogestión de los fondos europeos deben también concretarse de manera urgente, porque está en juego la imprescindible recuperación. Sánchez tiene muchos deberes y asignaturas pendientes para el próximo curso y debe afrontarlos desde el diálogo.