a gran Banca española ha decidido que se acabó el paripé, y tras mostrar una cínica solidaridad con el resto de la población en esta crisis del covid-19, absteniéndose de repartir dividendos a sus accionistas, han comunicado que ya es hora de hacerlo. Las cinco primeras entidades bancarias españolas han obtenido unos beneficios en el primer semestre de este año de 11.127 millones. Caixabank con sus 4.181 millones y el Banco Santander con sus 3.675 millones han tomado la decisión de repartir entre sus accionistas un 50% de estos beneficios.

Beneficios que, en Navarra, estos accionistas tributarán como rentas de capital a un tipo del 26%, cuando si lo tributasen como rendimientos de trabajo lo harían a un 52%. Mientras el Gobierno de Navarra sigue endeudándose, colaborando al engorde de estos accionistas y provocando la inanición de la clase trabajadora navarra.

De poco nos sirve que la consejera de Hacienda, para convencernos de lo bien que estamos, compare la deuda que tiene Navarra con la deuda que tiene el Estado español. Puestos a comparar haría bien en mirarse en los pueblos de nuestra Comunidad Foral, como Zirauki y muchos otros, que han dejado la deuda pública a cero.

Ante la crisis de la deuda que se avecina, bautizada por cada vez más expertos como la madre de todas las crisis, sería bueno que este Gobierno de Navarra cambiara de actitud y dejara de ejercer unas políticas basadas en la desinformación y falsas verdades, en contraposición de iniciativas económicas y fiscales que verdaderamente faciliten la vida a la ciudadanía navarra. Empezando por frenar el trasvase de fondos públicos al ámbito privado, que este Gobierno no para de ejecutar desde el inicio de la legislatura, siguiendo los cánones de todos los gobiernos de Navarra desde el comienzo de la mal llamada transición democrática.

Cualquier excusa es buena cuando se trata de esquilmar lo público. En tiempos de bonanza y puertas giratorias: privatización de empresas públicas. En la crisis financiera del 2008: miles de millones de fondos públicos (en Navarra más de 1.000 millones para que La Caixa se quedase con el fiasco de Banca Cívica) para rescate de la banca privada. En la crisis del covid 19: colaboración público-privada para que el dinero público aumente los beneficios de multinacionales y fondos buitres.

En Navarra tenemos un Gobierno que es alumno aventajado en el cumplimiento de las políticas más neoliberales que le demandan los partidos conservadores europeos. Es una lástima que, en vez de hacer caso a esa gentuza, no siga las recomendaciones del informe que el Tribunal de Cuentas Europeo emitió en el año 2018, en el que documenta el impacto pernicioso de las alianzas público-privadas (sobrecostes, corrupción, descontrol, etcétera) como vía de asumir riesgos con el dinero de toda la ciudadanía. Socializando las pérdidas si la inversión falla y facilitando las ganancias privadas, en cualquier caso. Asunto que aquí, en Navarra, nos viene recordando desde hace décadas la Cámara de Comptos en sus informes anuales sobre las cuentas generales del Sector Público Empresarial de Navarra.

Como ejemplos: la venta a Acciona de la empresa pública navarra EHN, líder en el sector de las energías renovables, o los 50 millones de euros de dinero público perdidos por las inversiones privadas impulsadas por la empresa pública SODENA, o los 300 millones de euros tirados a la basura por las infraestructuras faraónicas con nula rentabilidad social (circuitos, pabellones, polígonos, TAV, Arozteguia, etcétera) impulsados por la empresa pública SPRIN. De nada sirven estos informes si el actual Gobierno de Navarra, a la hora de gestionar el presupuesto, se sigue apoyando en directores de Servicio de la Administración o en directores de departamento de las empresas públicas, por no mencionar a los expertos-asesores privados, que participaron, gestionaron, cuando no fueron principales beneficiarios económicos de los desaguisados mencionados anteriormente.

Prueba evidente de que este Gobierno sigue funcionando igual que hace sesenta años son los reciente planes estratégicos presentados por diferentes empresas públicas navarras, en los que la idea principal, que es común a todos ellos, es la colaboración público-privada como solución a todos los males del sector público empresarial navarro. Creando las bases para la futura privatización de empresas públicas.

Por eso es importante que, para contrarrestar la influencia que las elites empresariales ejercen sobre el Gobierno de Navarra, el Movimiento Social Popular se mantenga fuerte y unido. Desde el Parlamento Social de Navarra y la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria se están organizando unas jornadas, a realizar en el mes de octubre, con el fin que los distintos movimientos sociales que no están de acuerdo con la forma en que este Gobierno de Navarra gestiona los presupuestos generales, expongan sus reivindicaciones y la forma de verlas reflejadas en dichos presupuestos.

Para demostrar que se puede realizar un presupuesto en Navarra de cara al año 2022 en el que los ingresos no dependan exclusivamente del endeudamiento, sino que tengan en cuenta lo que diferentes instituciones y organismos, como la Cámara de Comptos, la Universidad Pública de Navarra, el Parlamento Social y el Parlamento de Navarra, han reflejado en diversos informes. Como el aumento de la presión fiscal a las grandes fortunas (80 millones). La regularización de los beneficios fiscales a las grandes empresas (200 millones). La lucha contra el fraude fiscal (541 millones). La anulación del pago de la deuda estatal por parte de la Hacienda de Navarra (351 millones). La reclamación a la Banca privada de la deuda ilegitima abonada (191 millones).

Unas jornadas que finalizarán con una gran movilización, herramienta básica y fundamental de los movimientos sociales, de cara a ejercer la necesaria presión social que tanta falta le hace a este Gobierno de Navarra.

... de pasearnos a cuerpo, y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

(Gabriel Celaya 1955).

El autor es vocal del Consejo de Administración de CPEN (Corporación Pública Empresarial de Navarra) a propuesta del Parlamento de Navarra

Mientras el Gobierno de Navarra sigue endeudándose, colaborando al engorde de estos accionistas y provocando la inanición de la clase trabajadora navarra

Es importante que para contrarrestar la influencia que las élites empresariales ejercen sobre el Gobierno de Navarra, el Movimiento Social Popular se mantenga unido