Señor Gimeno, antes de nada gracias por dedicarme un par de minutos, entiendo que son fechas complicadas y tendrá mucho jaleo, pero tengo un problema y he pensado que quizá usted como consejero de Educación o alguien de su departamento puedan ayudarme.Estará al corriente de que estos días han tenido lugar las votaciones para elegir jornada continua o jornada partida en varios centros escolares. Mi hija de 8 años estudia en el colegio público Patxi Larrainzar de la Rochapea y ha seguido de cerca el proceso, quería saber si el curso que viene tendrá que ir a clase por la tarde o no. El asunto es que el otro día, cuando me preguntó en qué había quedado la famosa votación, le dije que el curso que viene sí tendrá que volver a clase por la tarde, ganó la opción de jornada partida. 128 personas votaron partida y 228 votaron continua. Para ser más exactos 128 partida, 228 continua, 2 blancos y 0 nulos.En Patxi Larrainzar el voto de 128 personas cuenta y decide más que el de 228.Fue precisamente al contarle el resultado cuando empezó el problema:“Pero a ver, aita”, me dijo ella confusa, “eso no puede ser, si 128 personas eligen jornada partida y 228 eligen continua, pues está claro, ¿no? 228 es mucho más que 128, la gente ha elegido jornada continua”.Traté de explicarle el asunto lo mejor que pude: “Begira maitia, lo que pasa es que para ganar este juego, porque vamos a pensar que la votación es como una especie de juego, había que conseguir 3/5 partes de los votos, hacían falta 237 votos para ganar a los que tiene 128, son las reglas del juego, ¿lo entiendes?”. Pensó unos segundos y respondió que no, que eso no se entiende de ninguna manera. “A ver aita, es que eso no puede ser, 128 personas no pueden decidir más que 228. Ese juego de votar no está bien, las reglas no son justas y así no se puede jugar”. Le expliqué las diferencias entre mayoría absoluta, mayoría simple y mayoría cualificada, le volví a explicar lo del 60% de los votos, y nada, la pobre sigue sin entender porqué la voluntad de 128 prebalece sobre la de 228. Y para ser sinceros, señor Gimeno, yo tampoco logro entenderlo la verdad.Agradecería enormemente si usted o alguien de su departamento pueden por favor explicarnos porqué la opción de 128 personas vale más que la de 228, a tenor de los resultados parece que la mayoría cualificada es un despropósito injusto y poco democrático en este tipo de procesos. Una mayoría simple responde mejor a la voluntad real de la gente, ¿no cree?Como decía aquel, rectificar es de sabios. Y como decía aquel otro, no hay dos sin tres. Teniendo en cuenta que en nuestro centro la votación tuvo que repetirse dos veces (hubo un error y los resultados de la primera votación telemática se publicaron en su departamento antes de terminar el proceso, obligando a paralizar y suspender la votación) podríamos volver a hacerlo en una tercera ocasión. Les invito a valorar la posibilidad de enmendar la injusticia y considerar replantear las votaciones con mayoría simple en aquellos centros donde así se solicite.

* Padre con dudas