No hay duda de que las bibliotecas son lugares llenos de magia. Los libros te envuelven nada más entrar y te brindan de manera gratuita miles de oportunidades de conocer nuevas historias, viajar, aprender... en definitiva, ser más libre. Pero esa magia no sería posible sin las personas que trabajan en ellas. Trabajan de manera silenciosa, día a día, saludando, prestando, recomendando libros, y forman, sin darse cuenta, parte de la vida de muchas personas. Y así, el día que vas a la biblioteca y esa persona ya no está, sientes que has perdido una pequeña pieza de tu vida y te das cuenta de que te enriquecía más de lo que nunca hubieras pensado. Por ello quiero agradecer a todas las personas que trabajáis en las bibliotecas públicas por vuestra gran labor, y en especial a ti, Mari Jose, te has ido demasiado pronto, dejando esta novela que es la vida a medias. Allí donde estés, un abrazo y buena lectura.

Usuaria de la biblioteca municipal de San Pedro