ecibida la sentencia de fecha 28 de diciembre de 2021, día de los Inocentes, dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra, queremos hacer constar nuestra expresa intención de recurrir ante el Tribunal Supremo porque entendemos que, una vez más, todo lo que se dijo en el juicio, no solo por nosotros sino por todos los testigos que allí comparecieron, no ha servido para nada y los Tribunales de Navarra han vuelto a dictar lo que entendemos es una resolución injusta.

¿Para qué sirven los testigos? Se les advierte (amenaza)con la obligación de decir la verdad ya que, de lo contrario, incurren en el delito de perjurio. ¿Para qué sirve todo este espectáculo si los jueces no tienen en consideración sus testificaciones?

Se jacta la sentencia de señalar, falsamente y sin prueba alguna, que consentíamos y teníamos conocimiento de pagos en "b" y una dinámica defraudatoria en el club, imputándonos a nosotros la culpa por unos hechos de los que, nos permitimos decir, solo ha salido beneficiado el propio Club Atlético Osasuna, todo ello a costa de arruinar y destrozar a personas y familias. Personas que un día intentamos mejorar y poner nuestro tiempo a disposición de un equipo que sentíamos como nuestro.

Como ya dijimos en relación con la sentencia anterior, nos llama poderosamente la atención que se dé por válido el contenido del vacío y plagado de errores informe de la Hacienda Foral de Navarra, y esto sirva de base de condena, así como que se insista en la atribución de funciones que se realiza sobre nuestras personas, cuando los cargos, como ha repetido hasta la saciedad todo el mundo que ha comparecido en cada uno de los procedimientos (juicios), no se correspondían con los cargos atribuidos según los Estatutos del Club Atlético Osasuna.

Venganza: Esta sentencia es una venganza. Una venganza por no firmar algo injusto. No quereis taza, pues ahora taza y media. Por insurrectos, por rebeldes.

Esta es la justicia en Navarra. Esto huele a podrido. Aplicar sentencia condenatoria porque sí, sin razonamientos y no sustentada en prueba alguna, es más que grave y esto tiene un nombre. Eso sí, Gobierno de Navarra, Hacienda Foral y el C.A. Osasuna protegidos y bien protegidos. La imparcialidad de la justicia.

Vergüenza: la del Gobierno de Navarra y su Hacienda Foral. Silencio sepulcral. Que pase todo. Echar tierra encima. No decir nada. Callar.

El Gobierno de Navarra y su Hacienda Foral son los únicos responsables de este atraco perpetrado a la sociedad navarra durante años y años, ya que toleraron, consintieron y permitieron que el C.A. Osasuna no pagara impuestos. Lo afirmado es una verdad incuestionable.

Hablen, digan algo. Pidan perdón. Reconozcan que esto ocurrió y den a todos los navarros, sin excepción, una explicación. La solución no es premiar al defraudador con la Medalla de Oro de Navarra. Otros clubs deportivos navarros, algunos desaparecidos (a los que no ayudaron), sí hicieron méritos deportivos en el Estado y en Europa.

El hedor que despide toda esta vergüenza es insoportable y da náuseas. El presidente/a, así como los consejeros de Hacienda de la época enjuiciada, que den la cara y explicaciones. No se escude Sra. Goikoetxea en la salud (supuesta enfermedad) para no declarar como testigo muy relevante, que encima, de momento, le ha salido bien la jugada. Le permitieron no declarar y que el juicio continuara. ¡¡Qué hedor!! ¡¡Qué pestazo!! ¡¡Qué justicia!!

Dicen que estamos en una democracia desde hace 46 años. En esta comunidad foral, no. Sigue existiendo el corralito foral y sus voceros. Todo sigue atado y bien atado.

Con la confianza en obtener una resolución justa, seguiremos, allá donde proceda, haciendo uso de todos los medios legales que estén a nuestro alcance.

Los autores son exdirectivos del Club Atlético Osasuna