rranca la Korrika, la cita con el euskera que recorre los pueblos y ciudades para poner en valor nuestra lengua y su uso. Este año, como casi todo lo que vuelve, tiene un toque especial, el del reencuentro entre los euskaltzales en las calles tras los años de obligado desencuentro por la pandemia. El Euskera también tiene que seguir cada día avanzando y recolocándose en una sociedad cambiante y para ello, como bien recoge el lema de este año, hay dos elementos esenciales, la palabra y la acción, Hitzekin. Decir y hacer. "Un idioma se compone de palabras (hitz), pero son las acciones (ekimen) las que configuran una comunidad lingüística" y por ello para avanzar, es esencial pasar de las palabras a los hechos, actuar, normalizar en el día a día, hablarlo y compartirlo. Da igual el nivel de Euskera que se tenga, para hacer crecer una lengua todas las aportaciones suman, ninguna resta, solo aquellas que realmente sobran porque lo que buscan es sacar el euskera de la vida cotidiana para encerrarlo en el círculo de la burocracia y la utilización partidista. Un idioma no es de nadie y es de todos y todas, pertenece a la sociedad y a quien lo usa y son las personas las que lo enriquecen a medida que se comunican. Palabras y hechos son siempre una bonita pareja, para todos los ámbitos de la vida. Demasiadas veces no pasamos del uno al otro. No hacemos lo que decimos, ni decimos lo que hacemos. Da igual en qué situación nos pongamos, sin palabras no nos comunicamos, pero solo con ellas a veces tampoco logramos entendernos. Queremos dar forma a lo que decimos, pero acabamos deformando lo que queremos decir. Palabra y acción, en la vida privada y en la pública, en las relaciones personales y en la política. Solo así avanzamos, si es que queremos llegar a algún destino. Porque si fallan las palabras y nos quedamos quietas nada cambia para mejor. Lo mismo pasa con el Euskera. Hay que cuidarlo y potenciar su uso. Los promotores de la Korrika ya alertan de que es tiempo de acción porque "han empezado a encenderse las alarmas rojas de la urgencia lingüística". No basta con el compromiso, hay que ir paso a paso, sumándonos a la carrera, al impulso colectivo por el Euskera. Hitzekin, un buen lema para la Korrika y para la vida.

El Euskera tiene que seguir cada día avanzando y recolocándose en una sociedad cambiante y para ello hay dos elementos esenciales, la palabra y la acción, decir y hacer