i las torrijas escapan a la escalada de precios. Quizás porque en su elaboración mezcla cuatro productos que sufren los efectos de la inflación: el pan, la leche, los huevos y el aceite. O por eso mismo. Con el encarecimiento de estos condimentos, los analistas calculan una subida de alrededor del l9% por unidad. Serán las más caras de la historia, dicen. Torrijas a precio de gasolina. Uno de los postres característicos de la Semana Santa, tan sencillo como abundante en calorías, puesto como ejemplo del encarecimiento de la vida. "La subida de precios de la torrija es muy indicativa de la variación del precio de los bienes de primera necesidad, que los datos apuntan a que está siendo de más del doble que el IPC", ha explicado Pablo Contreras, profesor de la EAE Business School. Ahí queda eso. La humilde hogaza de pan enriquecida, cuyo origen data del tiempo de los romanos (siglo I d.C.), ejemplifica los avatares por los que pasa la economía familiar. La torrija, que es a la Semana Santa lo que era la elaboración casera de relleno en las fiestas patronales de los pueblos de la Cuenca de Pamplona, elevada a categoría de restaurante de cocina creativa y deconstructiva. ¡Qué tiempos!