Ésta no es del Sr. Maya sino del Departamento de Derechos Sociales, y es de mucha más transcendencia que poner una bandera de 30 metros por el módico precio de 100.000 euros en la plaza de los Fueros. ¿Cómo es posible que a estas alturas de la película se le ocurra a nadie hacer un estudio de un millón de euros para sacar (muy pocas, poquísimas) personas residenciadas en centros de mayores para reinsertarlas en la comunidad en base a la mejora de su calidad de vida?

1. Con media docena de trabajadoras sociales de Base, respaldadas por el Colegio Profesional, vale para plantear el tema: 20, 30 y 40 años de experiencia y buen hacer nos avalan.

2. Comunidad: ¿Qué comunidad? ¿Dónde está esa comunidad que puede dar cobertura a las necesidades de esas personas des- institutocionalizadas cuando la atención a la dependencia está mercantilizada y en gran parte en manos de fondos buitre? ¿Qué se ha hecho para dotar a la comunidad de recursos propios, para dar solución a sus propias necesidades? ¿Que oportunidades se les va a ofrecer después de lo que les ha costado conseguir una plaza residencial con su exigua pensión, etcétera?

3. Llevamos 40 años diciendo que la inmensa mayoría de las personas queremos morir en casa y ahora resulta que ese axioma es la piedra filosofal sobre la que tiene que pivotar toda la atención a mayores ¡ Vaya descubrimiento!

4. La inmensa mayoría de personas residenciadas son grandes dependientes que han llegado a esa situación in extremis, cuando han agotado todas sus posibilidades personales, familiares y comunitarias, y ni ellas ni sus hijas/os pueden más y en gran parte han hipotecado sus vidas. Ni sus pensiones ni sus sueldos dan para tanto.

5. Las demandas de los servicios a domicilio en estos 40 años han aumentado exponencialmente tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Las personas mayores somos muchas más y el índice de dependencia mucho mayor. Vivimos más años y es mucho mayor el grado de dependencia.Los recursos no han aumentado en la misma medida, ni a nivel de presupuestos, ni a nivel de plantilla y de la especialización que requiere el personal de atención domiciliaria.

6. Insisto: bastan con media docena de trabajadoras sociales de Base para poder hacer un proyecto de atención a domicilio con y desde la comunidad (40 años de ejercicio de la profesión nos avalan).Otra cosa son los recursos que se quieran arbitrar y en qué modelo de S.S. se esté pensando.

7. En el XIV Congreso Estatal de Trabajo Social y II Congreso Iberoamericano de Trabajo Social, celebrado en Ciudad Real del 26 al 29 de mayo su eje central 2 llevaba como título: “Generando conocimientos desde la práctica profesional” y el eje 3 “Entornos sostenibles y libres de desigualdades, motores de cambio desde el Trabajo Social”.

¿Tiene esto algo que ver con que los mayores en residencias puedan volver a sus casa?.

¡Ya vale de ocurrencias!.