ra inevitable. Hemos esperado hasta el último momento para no trasladar a la opinión pública el conflicto laboral que se vive en nuestro colectivo, pero al fin, la mayoría de la Comisión de Personal de la Policía Foral, compuesta por los sindicatos APF y CSIF-SPF, nos hemos visto obligados a convocar una nueva concentración este sábado, 11 de junio, en Pamplona. Al mismo tiempo, hemos solicitado a nuestros compañeros que se abstengan de participar en cualesquiera de los actos previstos por el día de nuestro patrón. Una decisión esta que nos ha costado tomar -ya que nos hubiera gustado acompañar a quienes han sido felicitados por su labor profesional-, pero que hemos considerado necesaria ante una situación que entendemos insostenible.

Las causas que nos han llevado a esta situación son numerosas pero, por no aburrir, las concretaremos en la falta de personal en la práctica totalidad de las unidades y comisarías; las promesas incumplidas respecto a las competencias de Tráfico y las nuevas instalaciones de la comisaría de Pamplona; y el desbarajuste organizativo en la aplicación del adelanto de la edad de jubilación. Aunque por fin, a fecha 1 de junio de 2022, se han podido jubilar algunos compañeros que podían haberlo hecho el día 1 de enero, aún estamos esperando la instrucción oficial de la Consejería de Interior en la que se confirme a nuestro colectivo cuáles son las condiciones y el procedimiento para solicitar nuestra jubilación.

Como último punto, pero no por ello menos importante, reseñamos la falta de desarrollo reglamentario de la Ley 23/2018 de las Policías de Navarra. Así, mientras los policías forales y los sindicatos firmantes de la presente convocatoria hemos hecho nuestro trabajo, con aportaciones y alegaciones a los borradores de distintas disposiciones legales que se nos han entregado, tanto el consejero como la directora general de Interior no han hecho más que impedir la tramitación de las mismas, incumpliendo los plazos a los cuales se habían comprometido, dando la callada por respuesta o rechazando contestar a los escritos remitidos. En esta línea de actuación situamos esa falacia de la habilitación legal que dicen necesitar para acometer el desarrollo del nuevo reglamento de jornada y retribuciones, y que en realidad no es más que un obstáculo legal que se han sacado de la chistera para justificar su falta de voluntad política.

El resultado, como puede deducirse, no puede ser más desolador, pues en estos tres años de legislatura la Consejería de Interior, en un trato que puede considerarse despectivo y hasta humillante, no ha tramitado ni uno sólo de los diecisiete reglamentos -diecisiete- recogidos en esa Ley 23/2018, de manera que el mismo Gobierno es quien incumple de manera flagrante la norma aprobada por el Parlamento de Navarra. La Policía Foral se convierte así en la única policía estatal o autonómica que desarrolla su trabajo sin la debida cobertura reglamentaria, y en la que los policías forales tienen unas condiciones laborales inferiores a las del resto de cuerpos policiales que trabajan en Navarra. Si a todo ello se le suma la carga de trabajo que, según los Informes de Criminalidad de los últimos años venimos soportando, y la referida falta de medios humano y materiales, se entenderá el desencanto y la frustración que impera en nuestro colectivo.

En definitiva, por la absoluta inacción de la Consejería de Interior en estos tres años de mandato y por el nulo compromiso que han demostrado para con el colectivo al que representamos, desde la Comisión de Personal pedimos la dimisión de los máximos responsables de la Consejería de Interior y exigimos al Gobierno de Navarra que sustituya con urgencia a dichos cargos por personas que muestren voluntad y capacidad de trabajo para afrontar los graves problemas que padece la Policía Foral.

De APF y CSIF, respectivamente