Me ha enganchado, la verdad. No soy muy de series, más de películas, pero Las de la última fila me sedujeron desde el primero minuto. Esa historia valiente , honesta y divertida sobre la amistad entre mujeres, amigas de verdad, de esas que cuentas con los dedos de las manos. Conectas rápido con las protagonistas, con sus vidas, con sus miedos, con su risa, con sus locuras y te remontas, según la generación a la que pertenezcas, a esa amistad que nace en la infancia y va creciendo a lo largo de los años cada vez más fuerte y mas intensa, al margen del tiempo y de las veces que te veas. Con sus idas y sus vueltas, con sus dolores y distancias también, pero con la confianza, el amor y el respeto como base en la que apoyarse. Se agradece una historia en la que los diálogos suenan como conversaciones de la vida, con un guión que se sostiene, con algunos guiños tópicos sí, pero tan bien llevados por las protagonistas, por cierto una de ellas navarra, Itsaso Arana (Sara), que en mi opinión casi todo resulta creíble. Y es bonito creerte lo que ves. Y viajas con ellas en ese viaje en el que tratan de alejarse de lo real, de algo que amenaza al grupo, y se dan cuenta que el verdadero viaje es la vida misma y la suerte de pasarla juntas, por el azar de aquel profesor que les colocó en orden alfabético en la última fila. ¿Estarías dispuesta a todo por tus amigas? Si la respuesta es sí, te la recomiendo, te entrarán una ganas locas de irte de viaje con ellas.