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Mesa de Redacción

Alicia Ezker

Al otro lado de la línea

Al otro lado de la líneaOskar Montero

La vida está llena de frases hechas, de tópicos más o menos recurrentes en los que sin darnos cuenta vamos cayendo, muletillas que nos asisten cuando faltan las palabras, como esa vieja idea de que la esperanza es lo último que se pierde, para insistir en que siempre hay una razón para seguir. Solo cuando ya nada esperas nada alcanzas. La desesperanza por suerte no es un destino, es más bien una parada, un no lugar en el que una o uno de pronto se encuentra cuando siente que a su alrededor los muros son ya demasiado altos para intentar mirar al otro lado. Es fácil llegar pero cuesta salir. De eso, de esa sensación de pérdida de horizonte, de desasosiego, de angustia, de miedo cuando lo último que quedaba se ha perdido saben mucho quienes ponen su voz y su escucha al teléfono de la esperanza. Voces al otro lado de la línea que suenan cercanas y dan compañía, que acompañan realmente a las personas que en un momento o en muchos de sus vida precisan ese apoyo para poder continuar. Una palabra a tiempo puede ser decisiva en una situación de crisis. No son buenos tiempos para la escucha activa, para escuchar no sólo lo que se dice sino también lo que se siente, para dejar hablar sin imponer ni juzgar, para que el otro/a se sienta comprendido. Ycuando la soledad es una mala compañera es bueno saber que hay alguien al otro lado de la línea. El Teléfono de la Esperanza atendió 14.945 llamadas en el último año. Casi 15.000 respuestas a tiempo que han servido, seguro, para vencer muchos muros.