Falta de tacto. La confluencia electoral Contigo Navarra se anunció en junio. La integran Podemos, IUN, Batzarre e Independientes. Lo que venía siendo Podemos, Izquierda-Ezkerra e Independientes. Los mismos, con distinto collar. Prioritario, el reparto de puestos. Al Parlamento, Podemos; al Ayuntamiento de Pamplona, Batzarre. Los segundos para IUN (En Tudela, la candidatura a la alcaldía). Los Independientes, en teóricos puestos de salida. Estructura dirigente de ejecutiva cuatripartita (tres personas por grupo) y decisiones por consenso. La coordinadora de Podemos y cabeza de lista al Parlamento proclamó: somos “el motor de la nueva izquierda en Navarra”. ¿Nueva? Podemos es un fiasco moderno como el PSOE lo es en términos de historia democrática reciente. El propio portavoz parlamentario, Mikel Buil, en posición de retirada, lo reconocía: “No lo voy a negar: Podemos no es el de 2015”. El de los 7 parlamentarios, que cuatro años después quedaron en 2. Ni el de la esperanza social. El motor de Podemos está gripado. Sus compañeros de convergencia torcerán el gesto ante esa arrogancia. La humildad lubrica. Begoña Alfaro debutó con una defensa firme de la coherencia de Pablo Iglesias en uno de sus casos de supina incoherencia (se largó de la Asamblea de Madrid en lugar de permanecer en la oposición donde le pusieron las urnas). En otra opinión, desconoce si la diputada Belarra volverá a presentarse por Navarra, circunscripción que la acogió aunque su vida universitaria, profesional y política se desarrolló en Madrid. Líder de UP, tiene plataforma más segura en la Corte. Por cierto, ¿hará llegar a Iglesias y Belarra foto y abrazo con la ahora por ambos denostada Yolanda Díaz en su visita a Pamplona? Alfaro pronostica que Contigo Navarra será “imprescindible” para un gobierno progresista. Vamos a dejarlo en necesario. O en conveniente, como mucho. El “imprescindible” de izquierda enarbola la ikurriña. Desde comienzo de legislatura.