Un invierno más cálido de lo normal aunque sin descartar que llegue alguna ola de frío. El invierno meteorológico que comenzó ayer jueves, 1 de diciembre (el astronómico comenzará el miércoles 21 de diciembre) y se prolongará hasta el 28 de febrero, no nos depara demasiadas sorpresas. Quienes pensábamos que ante un verano tan caluroso íbamos a sufrir un invierno durísimo nos equivocamos. Lo más probable, aseguraba ayer Rubén del Campo de Aemet, es que tengamos temperaturas entorno al 40% superiores a las habituales por estas fechas, lo que no significa que no pueda haber “a lo largo de las próximas semanas una ola de frío” en algunas zonas y hasta 10 grados por debajo de la media. Pero de lluvias ¿qué? De momento el lunes 5 de diciembre se esperan lluvias que en zonas altas serán en forma de nieve. En conjunto, en la zona del Mediterráneo, Baleares y Canarias, el “escenario más probable” es el de un invierno lluvioso no así en el resto del país donde se espera que llueva por debajo de los valores normales. El cambio climático es imparable por mucho que nos gusten las Navidades con trineo, chimenea y jersey de lana pero tampoco vamos a quejarnos este año que no tenemos pandemia y podemos salir de bares. Ahora que nos suben los intereses de las hipotecas y la crisis del coste de la vida nos obligan a vigilar el termostato es mejor tener que ponerse el chaleco para ir a la calle que tener que llevarlo puesto en casa. Otra de las ventajas de un invierno suave es la posibilidad de viajar sin helarnos de frío. Seamos positivos.