Voy a barrer para casa. El balance de 2022 destaca que Noáin-Valle de Elorz es el municipio que más actividades escénicas programó durante el pasado año (67) por delante de Villava (62) y a mucha distancia del tercero. No es solo un frío dato estadístico, es la certificación de una labor constante y metódica desde la apertura del Centro Cultural hace ya veinte años y que ha conseguido una notable respuesta de la población en forma de asistencia y demanda de entradas, a la que también se suman espectadores de localidades limítrofes. La programación mantiene una frecuencia regular y la calidad de la oferta responde a las expectativas. En este punto hay que poner en valor la aportación de técnicos y personal en la dinamización de la cultura local y el importante papel que estas dotaciones han desarrollado como contenedores de actividades artísticas, de proyectos y de talleres locales de diferentes expresiones. También hay que aplaudir a los rectores locales que en su día apostaron y trabajaron por levantar estas dotaciones que también muestran la iniciativa del pueblo, tan fructífera en otros planos como el musical. La cultura parece a veces un consumo de minorías, quizá porque no se provoca conseguir una respuesta mayor. Noáin es un buen ejemplo de captación y de participación. Los datos lo demuestran.