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Mesa de Redacción

Ana Ibarra Lazkoz

UPN, caos total en Egüés

UPN, caos total en Egüés

Si alguien está estudiando herramientas de coaching político puede recurrir al Ayuntamiento del Valle de Egüés como ejemplo de lo que NO debe hacerse para conservar y reforzar el poder.

Tanto si hablamos de liderazgo político como de motivar y cohesionar al equipo municipal, de gestionar responsabilidades o de generar confianza, en el caso del tercer municipio navarro la derecha no levanta cabeza ni ha sabido consolidar su proyecto por falta de timón. Los casos corrupción persiguieron a UPN en los años dorados del ladrillo coincidiendo con el despegue urbanístico del municipio y salpicaron a sus dos anteriores alcaldes. Ahora, la inestabilidad interna ha terminado por desmembrar a un grupo que logró nada menos que 9 (UPN, PP y Ciudadanos) de 21 representantes (27% de votos) en el Consistorio, y a designar como candidata de UPN a una persona que ni siquiera vive en el valle.

De cómo se han resuelto las diferencias dentro del grupo municipal, y entre éste y el comité local, da una idea la demoledora carta que escribió un edil regionalista anunciando su baja del partido por las “puñaladas” del partido y la “faena” de Esparza a la alcaldesa Amaya Larraya que ha trabajado como “una verdadera profesional sin apenas ayuda del partido”.

El descontento es tal y que simpatizantes y concejales de la formación han impulsado una recogida de firmas para sacar una lista independiente alternativa. El PP se ha llevado a su vez a la actual teniente de alcalde. Y, contando con Vox, hasta cinco listas van a competir por el espacio que ahora ocupa Navarra Suma. Lo dicho, poca cintura o mucha imposición.