¿Hasta dónde vamos a llegar?

El ejemplo es con pulpos, pero valdría cualquier especie animal. Expertos científicos ponen en solfa los planes de la empresa Nueva Pescanova de abrir la primera granja de pulpos en Canarias (El Diario). Una instalación donde se mantendrá a los animales en condiciones de semi-hacinamiento, sometidos a estrés, a un “bienestar” muy pobre y con una técnica de sacrificio cruel y muy mejorable. Claro que hablamos de una especie cada vez más demandada, sobre todo en economías muy potentes, como EEUU y Japón, de la que España es líder mundial en exportaciones. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para satisfacer el consumo humano? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por dinero?

Italia lo tiene claro

En cuestiones alimenticias, dado nuestro sistema actual y que el mundo está cada vez más poblado, está claro que, o cambiamos nuestros hábitos, o buscamos alternativas. No me parece mal plan, siempre que el cambio lo experimentemos todos y no sólo el ciudadano de a pie. Lo vemos con la cuestión climática: Usted deje de usar el coche, pero no pregunte por las concentraciones de jets privados en cumbres que reúnen a nuestros mandatarios. Qué hipocresía. Italia ha dado un paso declarando la guerra a los insectos como fuente alternativa de proteína, algo que ha aprobado recientemente la ONU. Normal. Insisto: o vamos todos a una…o dejen de tomarnos por idiotas.

Ahora también Australia

Hace unos días conocíamos que el Tribunal Superior de Londres había acordado el embargo de las cuentas del Instituto Cervantes en el país británico por la demanda de un fondo de inversión contra los recortes en los incentivos a las renovables. Ahora, la Corte Suprema de Australia ha autorizado nuevos embargos de bienes españoles en este país por el mismo motivo. Esto obliga al Estado español a desembolsar 101 millones de euros más costas, lo que supone cerca del 10% de la cantidad que el Gobierno debe a los fondos tras perder el arbitraje en el Banco Mundial. La verdad es que esto no tiene buena pinta. Algo me dice que no será el último revés de la justicia internacional.

Saquen las palomitas

Vaya con el edificio que supuestamente se vendió sin fraude y del que El Diario ya ha sacado dos exclusivas de problemas del matrimonio Iván Espinosa de los Monteros-Rocío Monasterio con la Agencia Tributaria. Hacienda descubrió un segundo fraude de Iván Espinosa de los Monteros por “simular” que dos sociedades suyas vendieron un edificio. La Agencia Tributaria concluye que el dirigente de Vox debía al fisco 293.381€ por haber facturado a través de dos sociedades sin trabajadores cuando debía haber declarado la comisión por la venta del inmueble como ingresos personales a través del IRPF. Reconozco sin pudor que asisto a la ristra de novedades como quien se engancha a una buena serie.

Los juicios de Twitter

Comparto al 100% la reflexión que escribía hace unos días en Twitter Darizuki: “Me jode mucho de twitter los juicios exprés que hace la gente cuando ve algo y enseguida se ponen en masa a insultar. Sin saber la realidad (…) Aquí te suben media captura o ni siquiera eso y ya la gente tiene suficiente”. En la era de la inmediatez, lo importante es comentar -o mejor, criticar- la última chorrada de turno, sin pararse a comprobar si estamos ante algo real o ‘fake’ -con lo poco que se tarda en comprobarlo-, sin contemplar el daño que podemos hacer desde la comodidad de una pantalla…y sin pensar a quién puede interesarle leerlo. Probablemente a nadie.