F. J. Almeida, asesino y violador confeso y ya condenado del niño Álex en la localidad de riojana de Lardero: Aunque sé que el daño es irreparable y que el número de años de condena no van cambiar su siniestra personalidad, o precisamente por eso mismo, celebro como mal menor su sentencia a prisión permanente revisable. ¿Populismo punitivo? Me importa medio comino que se me achaque tal presunto desvío del chachipirulismo imperante. De hecho, lo que me cuesta comprender es que, ante un caso de crueldad criminal incurable tan claro, haya quien salga con monsergas sobre la proporcionalidad de las penas o la reinserción como fin último de la privación de libertad. Lo justo –lo progresista, añado– es que la sociedad esté a salvo de tipos como usted.