La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados y esto para las lenguas pequeñas puede resultar aniquilador. En Islandia, por ejemplo, se dieron cuenta de ello hace años. Los 340.000 hablantes del islandés se sumergen todos los días en un inmenso océano de Internet dominado por el inglés. El propio Gobierno alertaba hace poco de que su lengua desaparecería por completo en pocas generaciones, si no conseguían cambiar el rumbo de esta tendencia. En su búsqueda de soluciones prácticas, acaban de asociarse con OpenAI, la gran compañía de inteligencia artificial creadora de Chat GPT, el modelo de lenguaje que analiza ingentes cantidades de información que pulula por la red para dar las respuestas más eficientes a las preguntas de los usuarios. Estos modelos están entrenados, en gran medida, por textos en inglés y es por ello por lo que los islandeses han decidido “alimentar” directamente a GPT-4, la nueva y potente versión. Para ello una empresa de tecnología lingüística ha reunido un equipo de 40 voluntarios que capaciten a la aplicación tanto en cuestiones de gramática como de conocimiento sobre cultura islandesa general.

Este el reto, al parecer, al que se enfrentan ahora las lenguas pequeñas, incluida el euskera con su millón de hablantes: habrá que capacitar a GPT-4, o las versiones que vayan llegando, para que la Lingua Navarrorum se pueda usar en las nuevas herramientas digitales. Un nuevo auzolan lingüístico que se unirá a los que ya se vienen haciendo en torno a la Wikipedia o a la creación de subtítulos en euskera, entre otros. Solo falta que aquí los Gobiernos vean tan clara la urgencia como en Islandia y se pongan las pilas.