En esta ocasión, está sección no sale adelante después de 29 años de existencia por decisión del su director de comunicación de Roca Rey, José Carlos Benegas. Este empresario y reconocido profesional de la comunicación no consideró la posibilidad de facilitar las respuestas a estas preguntas ni a la entrevista que DIARIO DE NOTICIAS quiso establecer ayer a primeras horas de la mañana y durante todo el día hasta antes del comienzo de la corria del día anterior, 10 de julio, con Andrés. Una pena, la verdad. ¡Cómo cambian los tiempos y la colaboración entre profesinales que pilotan el mismo barco taurino! Como diría el recordado y admirado filósofo taurino Carlos Polite, ¡quién te ha visto y quién te ve, pajáro! ¡Cómo cambia la disposición de los adláteres, que diría García, de quién sea de cuando no es figura y cuando ya lo es! Los demás profesionales no tenemos la decisión de tomar posturas tan distintas. Benegas decía que le debíamos haber llamado con bastante más tiempo de antelación. Insiste, repetidamente que el torero se juega la vida. Cosa obvia, demagogia en toda regla, que la sabemos todos por lo demostrado en 7 ocasiones en la plaza de Toros de Pamplona en las que ha cortado hasta 18 orejas, más de dos de media por corrida de toros. Se entiende que el torero tenga que descansar y más relajaciones que le dictan sus mentores y empleados. Sin embargo, es una pena que un toreazo como pocos ha habido en la historia del toreo no tenga la capacidad de responder, aunque sea con correveidiles, a las gentes y profesionales que han seguido su carrera y la han ensalzado tanto como en la Feria del Toro. Nos gustaría a los profesionales de la comunicación más complicada y diaria, que es la escrita e ilustrada, se les tenga un poco más en consideración. Con todo el respeto y la contundencia: Señor Benegas en este periódico hemos salido perjudicados por no conseguir cuatro respuestas a otras tantas preguntas, sencillas y para que el público pamplonés y navarro conociera o siguiera mejor la trayectoria de un torerazo como Andrés.