Casi me da un infarto por la mañana al entrar en la web de DIARIO DE NOTICIAS y ver la fotazo (de Oskar Montero) de Randy Harms tendido en el suelo con el pitón izquierdo de Forajido atravesándole el pantalón. El neerlandés de 58 años sufrió un espectacular revolcón con cornada superficial “a nivel escrotal”. Para el mediodía ya estaba dado de alta mientras su hijo aseguraba que llevaba más de 20 años queriendo correr pero “se está riendo”. Tuvo suerte de no tocarle la arteria femoral, de lo contrario, como le señalaron ayer los médicos, hubiera muerto. Apenas unos centímetros separan la vida y la muerte en esta arriesgada aventura que es correr el encierro. Me vino a la cabeza aquel fatídico 13 de julio de hace ahora 28 años cuando otro corredor novato, el americano Mathew Peter Tassio, de apenas 22 años, moría desangrado en cuestión de minutos después de que un Torrestrella le arrollara y seccionarla la aorta en la Plaza del Ayuntamiento. El primer perdió la zapatilla y resbaló delante del toro. El primer se levantó antes de caer fulminado. Yo digo, si no fueran la mayoría corredores que saben lo que se hace el encierro sería una escabechan. Hoy los míticos Miuras. Cuidado con esos cuerpos cansados!
- Multimedia
- Servicios
- Participación
