Palabra prohibida

Estamos en el célebre juego del Tabú, ese en el que hay que evitar pronunciar determinada palabra. En este caso, Pedro Sánchez tiene que cuidar de que de sus labios no salga el término amnistía, y menos precedido de “ley de”. Hasta ahora, el aspirante a revalidar la presidencia del Gobierno español había empleado una táctica conservadora. Para no correr riesgos ni provocar más lipotimias entre sus compañeros de partido más pacatos, sus declaraciones sobre la cuestión candente serán circunloquios o sobreentendidos del pelo “haremos todo lo posible para mejorar la convivencia en Catalunya”. Si le preguntaban cómo, respondía: “Como lo hemos venido haciendo hasta ahora” o una generalidad por estilo.

Nueva pantalla

Ayer, sin embargo, asistimos a un salto cualitativo. Sánchez siguió sin verbalizar la expresión prohibida, pero nos regaló un entrecomillado que nos sitúa en la siguiente pantalla del serial. “Ya estamos negociando”. Añadió “con distintos grupos”, pero lo fundamental quedaba dicho. Hemos abandonado la fase de los amagos, los globos sonda y los posteriores desmentidos, y ahora sí podemos decir públicamente que estamos en el turrón. O, si apuramos la interpretación, que ya llevamos un tiempo en ello, pero no lo podíamos decir hasta este instante.

Junts mueve ficha

Lo divertido es que, después de este avance de alfil, la contraparte en la partida de ajedrez movió también un peón. A primera hora de la tarde, Junts revelaba que le había trasladado al PSOE que descartaba la abstención y, en consecuencia, solo contempla dos opciones: votar sí o votar no. Tampoco es que se nos aclare gran cosa porque la abstención equivaldría a un no, salvo apaño improbable con Coalición Canaria, que también ayer quiso marcar perfil ofreciendo su voto al PSOE “para que no fuera rehén de Puigdemont”. Gesto para la galería y absolutamente inútil de los canarios.

Sigue la noria

El resumen de lo transmitido es que los zapadores de la investidura van abriendo camino, aunque se cuidan de advertir de que todavía queda un buen trecho. Aquellas previsiones que apuntaban, como tarde, a la tercera semana de octubre, se van trasladando hasta bien entrado noviembre. Sí, la fecha límite es el día 27, pero conocemos lo suficiente al candidato para saber que le gusta jugar en el mismo borde del precipicio. Así que preparémonos para seguir dando vueltas en la noria mientras, como ayer, se nos echan unos granos de alpiste para ir picoteando.