MUNDO
Trump bombardea Irán
También periodista, Italo Calvino es esencialmente conocido en el mundo entero a nivel literario por sus colecciones de cuentos y por sus novelas más populares, caso de El vizconde demediado (1952), caso de El barón rampante (1957). Y es Siruela, el sello que probablemente más atención ha dedicado al autor de Un optimista en América, otro texto de Calvino, bien diferente de los anteriores y publicado en 2014 de manera póstuma.
Los libros de los otros. Correspondencia (1947-1981), El sendero de los nidos de araña (1947), Los amores difíciles (1970) y Las ciudades invisibles (1972) son otras obras narrativas pertenecientes a la Biblioteca Italo Calvino de dicho sello y, año tras año, tanto gracias a Siruela como a algunos otros sellos, sus libros siguen siendo editados con cuidado y atención. Afortunadamente.
Así es como lector y lectora pueden descubrir o volver a visitar el diverso universo de un hombre que, pese a comenzar su viaje creativo en el mundo del periodismo, pronto formó parte del mundo editorial y el propiamente literario, iniciando dicha andadura dentro del neorrealismo italiano, si bien a partir de los años setenta del pasado siglo, la sociología y la psicología tomarían importancia en dichos mundos literarios.
Calvino, además, escribiría textos como el titulado Por qué leer a los clásicos, y otros ensayos atractivos, como Seis propuestas para el próximo milenio. Por lo tanto, es de agradecer la aparición, a finales del pasado año, de una edición conmemorativa de su nacimiento, la que Siruela preparó según la traducción del italiano a cargo de Esther Benítez, un libro que incluye El vizconde demediado, El barón rampante y El caballero inexistente, obras que conforman la trilogía Nuestros antepasados.
Este año, el sello también ha reeditado el popular relato El barón rampante (esta vez formando parte de la Colección Escolar de Filosofía) y He nacido en América, conjunto de entrevistas con el autor publicadas entre 1951 y 1985; este año, dos sellos han cumplido años y eso siempre es una buena noticia. Alba, fundado por Arantza Sarasola y Javier Moll, acaba de cumplir sus primeros 30 años de existencia y, dirigida ahora por Idoia Moll, sigue ofreciendo grandes citas con la lectura a través de colecciones como Alba Clásica; Cátedra ha cumplido este año su medio siglo de vida, origen de una nueva colección: Cinco décadas.
El primero de esos sellos, por cierto, estrena ahora mismo otra colección: Viajeros del tiempo, conjunto de obras de libros de Historia ilustradas y dirigidas al lector infantil.