He comenzado a investigar sobre la vida de los grillos. ¿Sabía que  estos insectos aparecen después de lluvias intensas y otros fenómenos climáticos, y que la combinación de la humedad y el calor favorecen su crecimiento y reproducción? La pasada semana, al volver del trabajo, me atronó los oídos el canto coral que inundaba la noche desde los campos de cultivo que sobreviven entre la guardería de las monjas y la harinera, un sonido que entendía más propio de una noche de agosto, pero ahora que las cigüeñas se quedan por aquí casi todo el año tampoco me extrañó tanto. Los bichos, que no manejan calendarios sino sensaciones, tienen que estar en este tórrido octubre tan sorprendidos como las personas y si hace tiempo de cantar, pues cantan y punto. Los más avanzados ya llegaron por aquí en primavera, con aquellos primeros calores. ¿Sabía que los grillos son útiles para conocer la temperatura ambiente: si la temperatura es fresca, el canto del grillo es lento y espaciado; si hace calor el ritmo se acelera y se hace más intenso? Por si no lo han escuchado con atención, el canto del grillo no es continuo sino que tiene pausas; se hace el silencio y entonces se oye el ruido del motor de ese coche que atraviesa la calle a toda velocidad o el de un tren que hace vibrar las vías. La pausa no tiene un tiempo definido, puede ser larga o corta, no sé de qué depende pero es así; de repente, un grillo rompe la tregua, se lanza a cantar y le siguen diez o cien o doscientos, no alcanzo a contarlos. ¿Sabía que la entrada a su madriguera la mantienen limpia en una gran extensión, ya que la utilizan para zona de canto y así atraer a las hembras porque sólo los machos cantan? En la madrugada, entre el movimiento intempestivo de una persiana o el maullido de un gato que cruza hambriento la plaza, los grillos parecen conectarse con mensajes telegráficos: cri-cri, cri, cri-cri, cri-cri-cri-ri, cri… o algo parecido. Para los insomnes no es necesario contar ovejas: dejas la ventana abierta y te concentras en la melodía, intentas buscar alguna relación entre las frecuencias y te duermes: es mejor que el lorazepam. Cuando amanece, los ruido del mundo enmudecen la voz de los grillos, que aprovechan el calor del sol para proveerse de nuevo de energía. ¿Sabía que aunque algunos grillos pueden vivir hasta un año es probable que vivan solo unos meses? He comenzado a investigar la vida de los grillos, ya ven, porque profundizar en el comportamiento violento y destructivo de los humanos me causa terror. Cri-cri.