Feijóo ha colado el tema de la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona en el orden del día de la reunión que mantiene hoy en el Congreso con el presidente Sánchez. Le está sacando rendimiento mediático el PP a esta cuestión muy por encima de la realidad de su representación política en Iruña y en Navarra. Pero han visto un tema de oportunidad, aunque lo que va a ocurrir inevitablemente en el Consistorio el próximo día 28 –la salida de Ibarrola y del equipo de gobierno de UPN y la elección de Asirón como alcalde con un acuerdo de gobierno con EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin y el apoyo externo del PSN–, le importe más bien poco. Feijóo aterrizó a última hora en el acto de protesta contra la moción que convocó UPN en Pamplona el pasado domingo, se situó en primera fila y fue recibido al grito de ¡presidente, presidente!, un apoyo que los asistentes no dedicaron a Esparza. Hoy Pamplona volverá a ocupar un tiempo de atención en las tertulias de radio y televisión de Madrid y como hasta ahora la ciudad será objeto de una larga serie de valoraciones repletas de errores, desconocimiento, ignorancia, mentiras y manipulaciones. Basta repasar la hemeroteca de estos días atrás para comprobar lo lejos que está el día a día de esta Iruña de lo que cuentan por allí esos expertos, politólogos y periodistas bienpagados. En todo caso, ni la presencia de Pamplona en el encuentro entre Sánchez y Feijóo ni el ruido mediático y político que acompañará a esto tienen relevancia clave alguna. Los políticos están convencidos de que cuando pillan el micrófono, la gente detiene su actividad para escucharles ensimismados. Nada más lejos de los hechos. La moción de censura en Pamplona continua su camino inevitable. Los tres partidos que formarán a partir de ahora el equipo de gobierno municipal cerraron ayer su acuerdo tras el encuentro del martes entre PSN y EH Bildu y ya solo queda el trámite de la votación de la moción de censura el jueves próximo. En política, el discurso basado en el tremendismo, la hipérbole exagerada y la sucesión de insultos y descalificaciones tiene el recorrido corto. El tremendismo porque acaba aburriendo al ciudadanos, incluso a los acólitos más fieles, y las descalificaciones porque llegan un momento en que se agotan las palabras y ya solo queda repetirlas hasta que acaban perdiendo interés social. Como las pataletas y rabietas infantiles terminan siempre igual, agotados y sin obtener premio. Pero es cierto que Feijóo le ha ganado terreno a Esparza. Incluso Vox ha metido cuchara en ese caldo de exageraciones y amenazas. Es difícil para UPN poder competir en ese modelo de presentarse ante la opinión pública en Navarra, porque tanto la estrategia actual del PP de confrontación permanente como la natural de la ultraderecha siempre les permitirá ir más allá de lo que pueda ir UPN con sus pronunciamientos. Más bien, Esparza e Ibarrola están alimentando el discurso de los que son sus adversarios socio electorales en Navarra, el PP y Vox. Para nada además. Hoy se sortea la lotería, el domingo será Nochebuena y lunes Navidad y el miércoles Iruña cambiará de alcaldía porque la mayoría democrática surgida de las urnas así lo ha decidido ahora. La nave seguirá navegando. Y el jueves la ciudad amanecerá de nuevo a su ritmo habitual. No hay mucho más.