Aunque los días teóricamente festivos son el jueves y el viernes –ni siquiera en todas las comunidades–, lo cierto es que toda la llamada Semana Santa es un tiempo a medio a gas en que la actualidad rutinaria se detiene. Aun así, hay algunas previsiones de carril con las que llenar una página como esta. El Aberri Eguna del domingo es la más importante para nosotros... pero no la única.

Lunes, 25 de marzo

Día de recuerdo sobre la esclavitud

Parece una cuestión del pasado, pero, por desgracia, la esclavitud en sus varias formas sigue vigente hoy. Si durante 400 años se calcula que 15 millones de hombres y mujeres fueron sometidos a esclavitud, en la actualidad, hay centenares de miles de personas, sobre todo, mujeres, que, después de haber sido arrancadas por la fuerza de sus entornos cercanos, son obligadas a realizar prácticas aberrantes.

Martes, 26 de marzo

Día Mundial del Clima

Otra fecha marcada en el calendario oficial para lanzar proclamas voluntaristas sobre la necesidad de, en este caso, detener el calentamiento del planeta. Lo cierto es que desde la institución de la jornada, allá por 1992, la mayor parte de las medidas que se han tomado han sido más cosméticas que prácticas. Y la prueba es que, desde entonces, cada año que ha transcurrido ha marcado el récord de temperatura mundial.

Domingo, 31 de marzo

Cambio de hora

Otra promesa incumplida de nuestras autoridades. Hace unos años, y después de que varios estudios de diferente índole demostraran la casi nula eficacia de la medida, se nos prometió que no habría más cambios de hora ni en primavera ni en otoño.

Pero hete aquí que, de nuevo, a las dos de la madrugada del domingo tendremos que adelantar el reloj una hora. Por fortuna, la tecnología hará, en muchos casos, el trabajo por nosotros. Sin embargo, no nos libraremos de hacer los cambios a mano... si es que los hacemos. Que tire la primera piedra quien no deja desfasado el reloj del coche...

Domingo, 31 de marzo

Aberri Eguna

Como cada domingo de Resurrección desde 1932 –descontando los muchos años en que hubo que celebrarlo solo en el exilio o en la clandestinidad–, las formaciones abertzales conmemoran el día de la patria vasca.

Pese a llamamientos voluntaristas y meritorios como los de Euskal Herria Batera, lo hacen por separado. Este año, además, cada convocatoria estará impregnada de connotaciones y consignas preelectorales. No en vano, ya quedan solo cuatro semanas para la cita con las urnas en la demarcación autonómica.

Como ya es habitual en los últimos años, el PNV ha convocado a sus fieles en la Plaza Nueva de Bilbao, bajo un lema que es una reinterpretación del que está utilizando en su precampaña con Imanol Pradales como candidato a lehendakari: Indar berria, Euskadi berria.

EH Bildu tampoco se saldrá de la tradición y ha vuelto a elegir Iruñea como punto de cita. Su lema es Nazioa gara y, en lo anecdótico, merece la pena destacar que la E de Aberri Eguna tiene la misma tipografía con forma serpenteante que la que usa en la palabra aldaketa de su lema preelectoral. Nadie da puntada sin hilo, según parece.