Entendemos que un comedor social o popular es aquel dirigido a la población vulnerable con distintos grados de pobreza y desigualdad e importantes problemas sociales que por una u otra razón no puede adquirir sus propios alimentos. De hecho, estas iniciativas son una realidad en muchos países y también en algunos de nuestros barrios, promovidas por organismos de muy diferente pelaje. Pero también existe lo que se ha dado en llamar comedor comunitario, como el que de la mano de la red AZ funciona en el Casco Viejo de Pamplona. No es un proyecto social-caritativo al uso, es otra cosa pensada para el vecindario. Es una apuesta por comer en comunidad, hablando y aportando ideas y no solos frente al televisor, por reducir el número de horas delante de los fogones, por disponer de una comida de gran calidad y variada… Con este fin, 50 personas se han venido reuniendo cada miércoles desde hace siete semanas. Llegan, se sientan a comer, charlan con sus compañeros de mesa, recogen su cubierto y se marchan. Casi todas van a repetir la experiencia dos meses más. Otros muchos vecinos esperan una plaza libre para incorporarse al comedor que, si finalmente funciona, se transformará en algo permanente y más amplio. Las ideas que generan felicidad merecen la mejor de las suertes.