Iñigo Sainz-Maza, jugador del Racing expulsado en el minuto 92 del partido que su equipo disputaba el pasado sábado contra el Elche: Es probable que en su carrera le hayan sacado varias tarjetas rojas, pero seguramente ninguna tan injusta como esta última. Su delito consistió en pedir desde el banquillo que se detuviese el encuentro mientras se atendía a un espectador que había sufrido un paro cardiaco.

En su confusa redacción del acta, el colegiado Jon Ander González da a entender que su pretensión era perder tiempo. Los testimonios de los presentes lo desmienten. Como no podía ser de otra manera, su club recurrirá la decisión arbitral y no es descartable que se le retire la tarjeta. Lo siguiente debería ser que el trencilla le pidiera perdón por su nada fina actuación. Lo importante: usted hizo lo que debía. Por fortuna, el espectador ha superado el trance.