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Danza flamenca

Teobaldos

Crítica de la actuación de la compañía de María Pagés en Baluarte: fuego y luna

Crítica de la actuación de la compañía de María Pagés en Baluarte: fuego y lunaJesús Diges

Cierra el Baluarte su temporada con el flamenco argumental de María Pagés. De unos años a esta parte, las compañías que se dedican a este gran arte, buscan un hilo conductor o argumento donde ir encajando desde la música popular, hasta el cante y baile de los palos del flamenco. Aquí con la figura de Sheherezade como protagonista: una mujer fuerte que reivindica su humanidad con honestidad y respeto y que engloba la diversidad de mujeres, con sus contradicciones, amores, desamores, inseguridades y satisfacciones; y que, a su vez abarca varios mitos femeninos, desde Safo hasta la Bernarda lorquiana. El argumento, con textos de su marido, El Arbi El Harti (Marruecos 1960), se desarrolla a través de 11 escenas, con música popular española y árabe, abundantes diálogos de tacón entre las bailarinas, y palos del flamenco, que se entreveran entre la abundante percusión, más o menos reconocibles: por ejemplo, Soleá apolá (o sea polo que acaba en soleá), en la escena de Venus; toná y alboreá, en Reminiscencias del amor; taranto, tangos y zorongo en Taranto de Blimunda, y soleás bailadas por toda la compañía, al final; incluso se cita el famoso tema de la Sheherezade de Rimsky-Korsakov por soleá.

El espectáculo es principalmente grupal. Gana cuando las nueve bailarinas, disciplinadas, recorren la escena con el taconeo. Pagés, toma protagonismo protector de sus jóvenes pupilas, y entre todas, celebran estampas muy bellas, con juegos de manos, y, al final de abanicos. Pagés es maternal y afectiva con el cuerpo de baile; maestra de lectura (Biblioteca de Safo); liberadora, o, también, opresora, al tomar el rol de la Bernarda de Lorca, marcándose, con gran autoridad, taconeo de zapato y bastón. El ritmo impuesto por la percusión va a ser muy importante en la obra. A veces un poco invasora de la cantaora, aunque, en este caso, la amplificación no fue tan exagerada como otras veces. En lo referente al cante, Ana Ramón, sola en medio del escenario con la guitarra de Lavaniegos fue lo mejor.

En cualquier caso, aunque se escucharon aplausos en algunos plantes de la compañía al terminar ciertas escenas, lo que de verdad entusiasma a la gente es la última media hora, cuando todos los implicados: bailarinas y músicos (chelo, violín, percusión, cantaoras, guitarras) se acorralan en cuadrilátero abierto e individualmente o por grupo, saltan al centro y forman el jaleo que todo el mundo espera. Pagés hace vuelos y molinetes con los brazos, taconea con arte, juega con el abanico, abriéndolo elegantemente; y el resto, las ocho bailarinas, sacan su individualidad sin dejar de agruparse con disciplina y gracia. Es un espectáculo femenino. En esta ocasión se prescinde del baile masculino. Pero no pierde fuerza, al contrario, todo es muy rotundo. Lo resume Pagés: “Soy fuego y luna, vengo de un secreto viejo, soy hija de la Fortuna…”

Ha sido una buena temporada. De gran nivel. Curiosamente, no todo ha llenado el aforo, aunque lo merecía. Pero ha habido buena asistencia. Cada vez es más difícil programar. El traer lo mejor no siempre es recompensado. Ánimo y que el nivel no decaiga.

María Pagés Compañía

Dirección: María Pagés y El Arbi El Harti. Coreografía y vestuario: M. Pagés. Luces: Olga García. Bailarinas: Pagés, Gimeno, Roca, López, Díez, Suarez, Madiedo, Castro, Guillén. Cante: Ana Ramón Muñoz y Cristina Pedrosa. Guitarra: R. Lavaniegos, I. Muñoz. Violín: D. Moñiz. Chelo: S. Menem. Percusión: Txema Uriarte. Lugar y fecha: Baluarte. 4 de mayo de 2024. Incidencias: Tres cuartos (de 30 a 14 euros).