Una célula o grupo de células humanas se vuelven locas y empiezan a multiplicarse de forma descontrolada hasta que generan un tumor maligno. Sabemos que hay muchos factores que pueden provocar ese deterioro, también la edad, sabemos que hay gente que compra más boletos (acabamos de ver los datos de consumos y dependencias...) pero estamos viendo cada vez más casos entre adultos jóvenes que nos sobrecogen por su virulencia sin que podamos buscar ninguna lógica salvo que la vida hay que vivirla cada día. No hablo solo de la princesa Kate a la que deseo lo mejor. Hoy, la familia y amigos de la pamplonesa Sonia Cámara del Río van a rendirle un emotivo homenaje en el parque Yamaguchi. Con tan solo 35 años y madre de dos hijos fallecía hace tres días por culpa de un cáncer contra el que llevaba luchando más de año y medio, una “mochila” que compartió con sus más de 180.000 seguidores de redes sociales. En un momento de este duro proceso decidió parar la quimio, apuesta difícil pero valiente para no sufrir y no hacer sufrir siempre que no haya esperanza. Sonia trabajaba de enfermera en el hospital pero antes lo hizo para una ONG Médicos Sin Frontera en Guinea Bisáu. Allí conoció a Mamadú -amor a primera vista- con el que decidió compartir su vida. Una familia diferente, con una historia solidaria. Esos dos niños llevan la semilla de todo ese amor vivido y de una vida corta pero plena. “Lo siento, me falta todo, no tengo palabras”, dijo ayer Nfamara Sambu. Si alguien te despide así es que lo diste todo antes de decir adiós.