Fanáticos sionistas tan jetas como incoherentes: Tiene muchos bemoles que, siendo ustedes los mayores instigadores de la limpieza étnica contra los palestinos que perpetra su país desde 1948 y, con especial saña, desde el pasado 7 de octubre, se pongan estupendos y se nieguen a vestir el uniforme. Su lema es “que masacren otros, no vaya a ser que nos limpien el forro en el campo de batalla”.
Y, echándole un morro de Tel Aviv a Lima, sostienen que su batalla es espiritual y que, como recogía ayer el diario El País, su papel es el de “soldados de la Torá”. Advierten, además, de que si se pretende llevar a cabo por la fuerza la orden de movilización del Tribunal Supremo de Israel, responderán con violencia. Da mucho asco que el motivo de negarse a ir a filas no sea que les parece mal apiolar semejantes sino la cobardía.