La cultura sí es para el verano, sobre todo los libros. Me acuerdo de la entrevista que la periodista de esta casa, Lola Cabasés, le hizo en los años 90 al entonces alcalde de Pamplona Alfredo Jaime, de UPN-PP, cuando éste estaba de vacaciones en Zarautz, en la que reconocía algo así como que quien se lleva un libro de vacaciones es porque se aburre. La frase dio para mucho entonces. Antes y ahora, leer en vacaciones no solo es un placer, es saludable, entretenido y aumenta y mucho el disfrute vacacional, sobre todo si se acierta con lo que se lee. Supongo que en ese empeño de hacer que alguien, en este caso del PP como es Isabel Díaz Ayuso, lea en verano, el vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, Félix Taberna, le ha enviado dos libros sobre la historia de Navarra a la presidenta de la Comunidad de Madrid, para ver si así corrige su falta de conocimiento sobre esta tierra. La Autonomía de Navarra, Historia, identidad y Autogobierno y Navarra, una aventura en tres tiempos estarán pronto en manos de Ayuso, otra cosa es si los leerá o no, porque los libros, como los mensajes, no son lo que se manda sino lo que se recibe y hasta que no los lees no se consigue el efecto deseado. Y me da, escuchando a la Presidenta y viendo su trayectoria, que es del equipo de su antiguo compañero de siglas, de quienes piensan que el que lee en verano es porque se aburre. O porque simplemente no quiere aprender, porque eso supondría reconocer su error después de asegurar que Navarra “ni ha sido una nación ni lo será”.
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