Si a alguien le pareció larga (tres horas y media) y aburrida la doble Asamblea de Osasuna del sábado, que imagine lo que fue la del FC Barcelona, que duró ocho horas y media. Se ve que cuanto más grande es el club, más tiempo necesita para estas cosas de las cuentas y demás. Eso sí, en descargo de la maratoniana Asamblea del Barça hay tres matices importantes:
1. La pausa de una hora para comer, para que no falleciera ningún socio compromisario (o el propio presidente, que tiene muy buen diente).
2. Era una Asamblea telemática para el que lo deseara, lo que permitía a muchos socios participar desde casa, prestar atención a ratos, seguirla desde el sofá, hacer visitas a la nevera y lo que fuera surgiendo.
Y 3. La Asamblea del Barça contaba con Laporta al micrófono, capaz de animar incluso un acto tan denso y soporífero como ése. En todo caso, vaya planazo para un sábado casi entero; hay que tener mucho amor a los colores.