Toda la vida pensando que en la mayoría de disciplinas de elite –sobre todo en las que exigen fondo físico– había que esperar más o menos a los 25 años para la eclosión de los deportistas, pero en este siglo estamos asistiendo a algo que llamaríamos baby boom si esa expresión no estuviera ya cogida para otra cosa.
Y, así, entre muchos otros ejemplos, Rafa Nadal brillaba ya con 19 años y Alcaraz no comenzó mucho más tarde; y Pogacar lo peta desde los 21 años y Evenepoel incluso más joven; y qué decir del Barça, que parece una guardería, menores de edad incluidos.
Pero es que, al mismo tiempo, se va normalizando, quizás más que nunca, ver a abueletes en la cima de deportes muy exigentes, desde Tom Brady a Fernando Alonso pasando por Roger Federer, Alejandro Valverde, LeBron James o Leo Messi. Aquel margen de solo 6 u 8 años de plenitud va camino de durar de 15 a 20.