El matón en la Casa Blanca

Los sueños no pagan facturas

Trump, Musk y compañía juegan a arreglar Europa cuando lo que tendrían que arreglar es su propio país. En algunas cosas son líderes indiscutibles. En educación y salud, son un país tercermundista. Para los extranjeros que han recalado en la tierra del Tío Sam y les detectan una enfermedad grave, hay dos opciones: o gastar mucha pasta, pero mucha, mucha o, si tienen la suerte de tener sanidad pública en su país, volverse para tratarse. Es lo que le ha pasado a un matrimonio de Youtubers, porque el Sueño Americano está muy bien, pero sólo los sueños no pagan facturas. De monitorizar hasta la enfermedad hablamos otro día.

El matón en la Casa Blanca

Reconforta que no todo el mundo compra el discurso del “saludo romano” de Elon Musk primero y Steve Bannon después. Que quedan voces dispuestas a llamar a las cosas por su nombre y dedos capaces de señalar las tropelías de esta panda de sátrapas. “Por qué The Independent no permanecerá callado ante el asalto de Trump a la verdad y la democracia”, titulan en este medio. “El presidente de Estados Unidos está vendiendo información errónea peligrosa sobre Zelensky y Ucrania – ahora es el momento de decir la verdad y enfrentarse al matón en la Casa Blanca” titula su editorial. Seguiré las noticias con mucha atención.

La tregua se tambalea

Estados Unidos lleva décadas sacudiendo avisperos, y el que más zumba últimamente es el de Israel y Hamás. La tregua se tambalea y nuestra respiración con ella al leer noticias como ésta: “El alto el fuego entre el Gobierno de Israel y Hamás está en peligro después del incidente con el cadáver de la rehén Shiri Bibas” (Diario Crítico). El cuerpo entregado -en una suerte de desfile y exhibición de los ataúdes vil hasta el extremo- no es el de ella. Hamás se excusa y dice que se debió a una mezcla accidental de restos mortales. Como excusa, telita. Israel promete duras represalias y el mundo contiene la respiración una vez más.

Pseudoperiodistas

Las reglas para periodistas en el Congreso, otra vez en el candelero por gente que no es periodista. Bertrand Ndongo y Vito Quiles la han vuelto a liar (y da igual cuándo leas esto) porque el primero ha señalado públicamente en redes a una periodista de La Sexta, a la que ha calificado de “sinvergüenza sin escrúpulos” por pedirle a un cámara que no grabara una de las habituales preguntas del agitador Alvise. Esta gente es la que juega a hacerle el caldo gordo a Trump y los de su calaña. Empieza a ser urgente que se tomen medidas para que no hagan de una sede del poder popular como es el Congreso su patio de recreo.

Menos niños y más tarde

El INE acaba de publicar un informe que podemos resumir así: Cada vez nacen menos niños y más tarde. El año pasado, 33.570 nacimientos fueron de madres que habían cumplido los 40 años o incluso los 50. Es un fenómeno que se lleva produciendo desde hace un tiempo y que también se está viendo en el resto de Europa.

Sobre las causas, los expertos citan cambios culturales y del modelo de familia, aunque nadie señala, al menos sin tapujos, lo evidente: Que se sigue esperando que tengas hijos como si no tuvieras que hacer nada más, y que trabajes y contribuyas a la rueda como si no tuvieras hijos.